Los impuestos que gravan la vivienda

Quien se decida en la actualidad, a pesar del gradual incremento de los intereses hipotecarios, a comprar una vivienda debe ser consciente de que tendrá que destinar a impuestos entre el 10% y el 11% de su precio total. La mayor parte corresponde a tributos que recauda la Generalitat de Cataluña.

Si se trata de una vivienda de nueva construcción, deberá pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que asciende al 8% del valor del inmueble. La Generalitat se hace con el 35% de toda la recaudación por IVA, mientras que el Estado se queda con el resto. En cambio, los pisos de segunda mano están exentos de IVA, pero están sujetos al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. El porcentaje también es del 8% del precio de la vivienda. La totalidad de la recaudación va a parar a manos del Gobierno autónomo.

La Generalitat también ingresa el impuesto de Actos Jurídicos Documentados que se abona por los trámites notariales, es decir, por la constitución de la escritura del piso y por la escritura de la hipoteca. El presupuesto del Ejecutivo catalán preveía para este ejercicio unos ingresos en concepto de estos dos impuestos (transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados) de 4.445 millones de euros, el 15% más que en 2006.

La Generalitat también ingresa otros impuestos relacionados con la vivienda. Es el caso del de donaciones o sucesiones, aunque pueden obtenerse ventajosas desgravaciones de hasta el 95% si afecta a la vivienda habitual.

Existe asimismo el Impuesto sobre el Patrimonio, que abonan menor número de personas, y que grava el valor catastral del piso en función de una escala progresiva. Es decir, a mayor patrimonio, más cantidad a satisfacer. La recaudación que prevén los presupuestos catalanes para este año es de 387,2 millones de euros, el 6,7% más que en el ejercicio anterior.

La venta de un piso de segunda mano también genera otro tributo a pagar por el propietario, la denominada plusvalía, es decir, la ganancia entre el precio de compra escriturado y el de venta. La plusvalía también incide finalmente en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La Generalitat ingresará de IRPF este año, según los presupuestos, un total de 4.586 millones.