Tráfico avisa de que multará con radares hasta ahora ocultos

Se acabó el periodo de gracia. Las pruebas de tres de los seis radares piezoeléctricos (cuya ubicación se desconoce y que funcionan con sensores bajo la calzada para detectar la velocidad) instalados en mayo en varias carreteras servirán para empezar a multar a partir del sábado. Tráfico desveló ayer las zonas donde están instalados: en la AP-7, a su paso por Castellbisbal, y en la A-2, a la altura de Sant Joan Despí y Cervera. Ahora, los infractores sólo reciben cartas de aviso, pero sin sanción. En las carreteras catalanas hay instalados 91 radares, 85 convencionales y seis piezoeléctricos.

Hasta ahora, el Servicio Catalán de Tráfico sólo había desvelado la zona de localización de los otros tres radares piezoeléctricos existentes: uno en Castellolí y dos en Badalona. Estos radares no pueden ser localizados por los conductores a través de dispositivos especiales y se caracterizan por disparar las fotografías a través de una señal eléctrica y no por láser ni por ondas, como ocurre con otros aparatos de este tipo tradicionales.

El Servicio Catalán de Tráfico recuerda que el sistema de radares con sensores bajo la calzada hace que los inhibidores y detectores no puedan localizarlos. Su funcionamiento se basa en unos sensores colocados bajo la calzada que detectan la velocidad del vehículo cuando las ruedas pasan por encima.

En las carreteras catalanas hay instalados 91 radares, de los que 85 se basan en ondas y el resto en sensores bajo la calzada.

Más de 100.000 multas

Desde que fueron instalados a principios de mayo, los radares piezoeléctricos han registrado un total de 136.267 infracciones. Sólo se han sancionado, sin embargo, las basadas en las pruebas de los radares de Badalona y Castellolí. Ahora lo harán los otros tres radares citados.

Las sanciones derivadas de los radares de los que se conoce su localización son menores que las de los que hasta ahora permanecían ocultos. En total, las sanciones de los radares ya publicitados por el Servicio Catalán de Tráfico han sido 54.697 entre mayo y el pasado 15 de agosto. Otras 81.570 multas corresponden a radares no publicitados. Tráfico destaca que estos datos revelan que "seis de cada 10 conductores han cometido infracciones en las vías donde se encuentran los radares no publicitados".

Durante los últimos meses, el Servicio Catalán de Tráfico se ha conformado con enviar cartas de aviso a los conductores que habían infringido el límite de velocidad, aunque sin sancionar. Existen dos modelos de carta, señala Tráfico. Uno para los conductores que han cometido sólo una infracción y otro para quienes han reincidido en el exceso de velocidad.

En las cartas de aviso enviadas a los conductores se les informa de la velocidad a la que circulaba su vehículo, la sanción económica que les correspondería y los puntos que potencialmente se les podrían restar.

Una de las misivas firmadas por el director del Servicio Catalán de Tráfico, Josep Pérez Moya, a un conductor no reincidente señala, por ejemplo, que circulaba a 173 kilómetros por hora, en lugar de a los 100 de máximo permitidos. Esta sanción le hubiera supuesto 450 euros de multa, dos meses de suspensión del permiso de conducir y la pérdida de seis puntos del carnet, aunque se avisa de que la misiva sólo tiene efectos informativos. A partir del próximo sábado se acabó la benevolencia.