¿Qué pasa en el andamio?

1. ¿Por qué se producen tantos accidentes laborales en Andalucía?

2. ¿Cuáles son las principales causas o los principales culpables?

3. ¿Qué medidas son necesarias aplicar de inmediato para reducir esta elevada tasa de siniestralidad laboral en Andalucia?

1. En la mayoría de los casos no se cumple la normativa de Prevención de Riesgos Laborales. En el tejido productivo andaluz, formado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, la prevención todavía no está plenamente integrada. Por eso es fundamental incluirla en la negociación de los convenios colectivos, así como velar por el rigor en el cumplimiento de la normativa.

2. Una combinación de precariedad laboral, abuso de la estacionalidad, incumplimiento de la ley, falta de prevención de riesgos laborales, especialmente en las pymes, precisamente donde se ha producido un aumento en la incorporación de trabajadores inmigrantes que acusan además una falta de formación.

3. En la negociación colectiva es necesario que no se hagan meras revisiones a la ley sino que se desarrolle y se recoja la figura del delegado sectorial o territorial de prevención. Es necesaria más celeridad en la investigación de accidentes, potenciando la Inspección de Trabajo. Pedimos un grupo específico de Policía Autonómica.

1. Por un lado, el incumplimiento empresarial en cuanto a lo que la ley determina de necesaria información y formación de los trabajadores, y en la falta de medidas de seguridad porque los empresarios lo ven como gasto y no como inversión. El sistema de subcontratación en cadena genera falta de empleo estable y contratos basura que influyen mucho en la sucesión de accidentes porque los trabajadores no van al tajo adecuadamente formados.

2. Todos tenemos parte de culpa: los sindicatos y trabajadores porque a veces no tienen conciencia de las medidas de seguridad. Los empresarios porque se saltan la ley a la torera, y la administración porque no ofrece todos los medios adecuados. La Inspección de Trabajo está bajo mínimos lo que impide que se pueda hacer un trabajo continuado de seguimiento.

3. No hay ninguna fórmula mágica. Lo imprescindible es que se cumpla la Ley porque es muy buena, pero hay que cumplirla. Cada una la interpreta a su manera y la administración vigilarlo.

1. Las cifras son insatisfactorias por más que puedan apreciarse reducciones. Quizás una de las causas de la incapacidad para solventar este problema es que se enfatiza en la búsqueda de responsabilidades anteponiéndolo a otras acciones como pueden ser las formativas o de concienciación cuando está constatado que las acciones represivas y sancionadoras tienen escasa eficacia.

2. Es importante distinguir entre culpables y responsables, ya que estos últimos vienen definidos por la ley sin que necesariamente hayan intervenido en la producción del accidente. La culpa hemos de asumirla todos de manera conjunta.

3. La experiencia de los programas de visitas y asesoramientos en centros de trabajo ponen de manifiesto aspectos que deben servir de base para próximas acciones: Por un lado, existe desinformación y desconocimiento, principalmente en las empresas que están fuera de las organizaciones empresariales. Por otro, sería oportuno potenciar el asesoramiento relegando las sanciones para casos de reiteración o manifiesto incumplimiento.

1. No se debe confundir la acumulación coyuntural de varios accidentes en un corto periodo de tiempo, con la tendencia y evolución de siniestralidad laboral. La siniestralidad está disminuyendo progresivamente. Es un hecho irrefutable que, con la estadística en la mano. Sin embargo, no podemos estar satisfechos mientras existan accidentes que trunquen vidas.

2. En los últimos accidentes ha habido falta de medidas de seguridad y por tanto se actuará en consecuencia y con toda la contundencia para depurar responsabilidades. Dicho esto, con carácter general, debemos de buscar más que culpables, aliados para combatir esta lacra. Hay que profundizar en la consolidación de la cultura preventiva en nuestra sociedad.

3. Las mismas que ayer o hace un mes. Las políticas de prevención de riesgos laborales no pueden ni deben improvisarse. En Andalucía contamos con una política activa en este ámbito planificada en el tiempo y consensuada con sindicatos y empresarios. La apuesta del Gobierno andaluz es total.