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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El precio del 36

Antonio Elorza

El tránsito del cine mudo al sonoro fue evocado magistralmente en el clásico Cantando bajo la lluvia: a las dificultades suscitadas por el salto técnico se sumaron los problemas de organización económica y los personales de los implicados en un cambio que abría unas perspectivas y también encerraba fuertes riesgos. El lector puede apreciarlo por lo que toca a España gracias a este magnífico estudio de Fernández Colorado y Cerdán sobre Ricardo Urgoiti, figura clave de la modernización de nuestros medios de comunicación entre 1925 y 1936. Primero con la fundación de Unión Radio, el antecedente de la actual SER; luego con el trabajoso empeño de poner en marcha una industria del cine sonoro, desde el aspecto técnico de su implantación a la organización de empresas de producción y distribución (Filmófono), en lo que contará, entre otros, con la colaboración y la amistad de Luis Buñuel. La precisa reconstrucción de ese doble proceso da lugar a un relato al mismo tiempo minucioso, conjugando fuentes de archivo y hemerográficas, y apasionante.

RICARDO URGOITI. LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS

Luis Fernández Colorado y Josetxo Cerdán

Cuadernos de la Filmoteca Española, 9. Madrid, 2007

230 páginas. 12 euros

En su presentación, Román

Gubern acierta al subrayar que el libro viene a llenar un "agujero negro" en la historia cultural del siglo XX, al rescatar una figura de primera importancia, que además viene a dar continuidad al esfuerzo modernizador de su padre, Nicolás María de Urgoiti, el capitán de industria que en 1917 funda el diario El Sol, en medio de una cadena de fundaciones económicas y culturales. Pero por el libro de Fernández Colorado y Cerdán llegamos a saber que esa continuidad no es una simple prolongación del proyecto de su padre. Desde el principio, Ricardo Urgoiti vuela solo, realiza una estancia en Estados Unidos, en la General Electric, como simple operario, tras acabar la carrera de ingeniero. Como su padre, concibe la apropiación de los nuevos inventos en el marco de unas estructuras económicas articuladas mediante una concentración vertical. Y también como su padre, ve en los nuevos medios unos instrumentos decisivos para un cambio en la mentalidad del pueblo español, a cuyo atraso de partida ha de ajustarse: sus preferencias son Eisenstein o Von Stroheim, pero produce Don Quintín el amargao y La hija de Juan Simón. Todo queda truncado el 18 de julio de 1936. Ricardo Urgoiti se inscribe en la tercera España, privada de futuro entonces. Muere en 1979.

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