Ficciones

El cine español está en crisis. ¿Y cuándo no lo ha estado? Desde que tengo conciencia, siempre ha estado así. Lleva en crisis toda la vida Pero ahora la cosa parece más seria: las salas de cine se cierran, las recaudaciones bajan, descargarse películas por Internet es un hábito que practica todo el mundo... Y si uno lee una entrevista a directores o productores siempre se encuentra la misma declaración: quien quiera dedicarse al cine, que haga otra cosa, que esto tiene poco futuro.

Por otro lado, la ficción nacional para televisión está en un momento envidiable. Independientemente de que nos gusten o no, las series españolas dan audiencia. Aída, Hospital Central o Escenas de matrimonio arrasan y conectan con el público. Son eficaces. Pero además hay nuevas series que confirman que es buen negocio producir televisión en España. Esta temporada hay un montón de estrenos. Algunos se darán el castañazo y no durarán más de dos semanas, mientras otros aguantarán el tipo y serán un éxito. Lo normal en el mundo de la tele, vamos.

Ser juzgado por los datos de audiencia es duro y a veces injusto, pero se aprende mucho

Llama la atención que el panorama audiovisual de nuestro país esté tan polarizado. La tele está dando de comer a actores, técnico y guionistas que no podrían sobrevivir si dependieran exclusivamente del cine. ¿Qué sucede? ¿Se hacen mejores series que películas? Si me preguntasen por este tema sobre lo que se produce en Estados Unidos, no tendría ninguna duda en responder: un episodio de 24, Los Soprano o Dexter es mucho mejor que el 95% de las películas americanas. Mientras el cine cada vez se hace más infantil y torpe, las series son más sofisticadas y adultas. Los mejores guiones están en la tele. No me cabe ninguna duda. Pero lo de España, y perdón por el tópico, es diferente.

Parece que no es un tema de calidad. Se trata de conexión. Las series conectan con el público. Las películas, no. No se trata de que los guionistas o directores que trabajan en televisión sean mejores, sino que bajo la presión de las audiencias han aprendido a ser tremendamente prácticos. Y el cine español es de todo menos práctico. Ser juzgado por los datos de audiencia es duro y a veces injusto, pero se aprende mucho.

A mí me encanta trabajar en la tele. Hacer un programa o una serie todas las semanas es enloquecedor pero a la vez excitante. Lo que se te pasa por la cabeza un lunes, el jueves está emitiéndose. Y encima tienes la posibilidad de llegar a mucha gente. Creo que la época en que trabajar en la tele era un descrédito para la gente del cine ha pasado y que la televisión tiene unas posibilidades expresivas que el cine no tiene. Si no, atentos a lo que va a pasar en La 2 de Televisión Española en breve. Los creadores de La hora chanante van a dar el salto a la televisión nacional y su apuesta es de las más radicales que uno se puede encontrar en el panorama audiovisual del país. A juzgar por las promos que ya se están emitiendo, Muchachada Nuí, su nuevo espacio, va a ser algo nunca visto en la tele. Un programa lleno de imaginación, realizado con un sentido del humor marciano, que a lo mejor no da datos de audiencia espectaculares pero que sin duda hará pensar a aquellos que quieren hacer cine lo siguiente: "Bueno, a lo mejor la tele no está tan mal".