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España tomará por primera vez en Bosnia el mando de una operación internacional

El general Martín Villalaín dirigirá durante un año a los 2.500 soldados de la Unión Europea

Miguel González

Quince años después del envío de su primer contingente militar al exterior, España asumirá por vez primera el mando de una operación multinacional. Será a mediados de diciembre, en Bosnia-Herzegovina -el mismo país al que llegó la Legión en el otoño de 1992-, donde el general de división Ignacio Martín Villalaín tomará por un año el mando de los 2.500 militares adscritos a la Operación Althea de la UE. Este hecho coincide con una reordenación del sistema de relevos de las Fuerzas Armadas para atender a los cuatro escenarios en los que participan: Bosnia, Kosovo, Afganistán y Líbano.

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Las misiones en el exterior sólo durarán cuatro meses

La fuerza militar europea en Bosnia-Herzegovina (Eufor) ha quedado muy disminuida desde que, a principios de año, la UE puso fin al régimen de protectorado y redujo sus efectivos de 6.000 a 2.500; básicamente un batallón de reacción rápida acantonado en Sarajevo y una serie de equipos de enlace y observación (EOT) dispersos por el país.

Aún así, sigue siendo una importante misión internacional, en la que participan tropas de 32 naciones distintas, en un entorno frágil que podría desestabilizarse si una independencia unilateral de la provincia serbia de Kosovo -o un bloqueo de su nuevo estatuto en el Consejo de Seguridad de la ONU- desembocara en una crisis regional. De hecho, el batallón de reacción rápida desplegado en Camp Butmir (Sarajevo), bajo el mando de un oficial español de Infantería de Marina, no sólo tiene como misión acudir a cualquier lugar del país donde haya problemas sino también servir como primer refuerzo a las tropas de la OTAN en Kosovo.

La asunción del mando de la Operación Althea por un general español se produce además en un momento en el que España debe decidir si pugna por la jefatura de otras más importantes. España es, por ejemplo, el tercer contribuyente europeo de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), después de Italia y Francia, pero -al contrario que los dos anteriores- nunca ha mandado la operación.

En febrero próximo cumplirá un año en el puesto el actual comandante en jefe, el general italiano Claudio Graziano, y sería el momento de que España optara a sustituirle. El problema es que, para ello, debería incrementar significativamente su actual contingente, de 1.100 militares, y reforzar con oficiales el cuartel general de la FINUL en Naqura.

En vísperas de las elecciones generales de marzo, fuentes gubernamentales descartan cualquier decisión que suponga elevar el límite de los 3.000 efectivos previstos para el conjunto de operaciones en el exterior.

Respecto a Afganistán, la base de alta disponibilidad de la OTAN de Bétera (Valencia) debía haber aportado el núcleo del cuartel general de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) en Kabul, pero ello habría supuesto el envío de unos 150 oficiales, por lo que esta posibilidad se ha pospuesto al menos hasta el verano de 2008. Lo que el Gobierno no ha querido vetar, para no indisponerse más con la OTAN, es el envío en los próximos meses a Kabul de unos 90 militares de la base de Retamares (Madrid), encuadrada en la estructura de mando aliada, aunque sólo un tercio serán españoles.

Lo cierto es que el esfuerzo realizado por las Fuerzas Armadas españolas en el exterior -más de 50.000 militares han participado en estas operaciones, muchos de ellos en más de una ocasión- no se ha correspondido con los escasos puestos de responsabilidad ocupados.

El caso del general Martín Villalaín tiene escasos precedentes similares y ninguno equivalente. El general Juan Ortuño mandó durante seis meses la misión de la OTAN en Kosovo en 2000, pero no lo hizo como español sino en su condición de jefe del Eurocuerpo, que mandaba por turno rotativo. Por su parte, el general Álvarez del Manzano estuvo en 2003 en Macedonia, pero no como jefe de la Operación Concordia, la primera de la UE, sino como coordinador de las fuerzas europeas con la OTAN.

El problema es que España, como potencia media, se queda siempre un escalón por debajo de los principales contribuyentes, que se reparten el mando. En Bosnia no es así ya que, tras Italia (472 efectivos), su contingente es el segundo más numeroso.

El general de división Ignacio Martín Villalaín, nacido en Burgos hace 60 años, fue director de la Academia General Militar (Zaragoza) y actualmente es jefe de la Tercera Subinspección General del Ejército de Tierra y gobernador militar de Barcelona.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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