Un golpe de mar mata a tres marineros

El mar vistió ayer de luto la localidad pesquera de Barbate (Cádiz). Tres marineros del pesquero Nuevo Pepita Aurora murieron en un naufragio provocado por el temporal que azota el litoral gaditano. Otros cinco siguen desaparecidos. Sólo la mitad de la tripulación pudo ser rescatada y trasladada a casa. El barco regresaba de faenar en Marruecos cuando naufragó a unas 14 millas al suroeste de Barbate por un fuerte golpe de mar provocado por el viento de Levante, que ayer soplaba con rachas de hasta 100 kilómetros por hora. Nuevo Pepita Aurora volcó, pero no se hundió. Los equipos de rescate buscaban ayer a los cinco desaparecidos dentro del barco, ya que en el momento del naufragio se encontraban descansando en sus camarotes.

Un tripulante del pesquero no embarcó porque había tenido un accidente de moto

El viento, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora, dificultó las labores de búsqueda

Los tres marineros que ayer perdieron la vida a 14 millas de casa son Manuel Corrales Oribe, Antonio Miguel Gil Guerra y Manuel Fernández Fernández. Tras la autopsia, en Cádiz, sus cuerpos fueron llevados a una capilla ardiente en Barbate. Cinco de sus compañeros continuaban ayer desaparecidos. Se trata de Manuel Reyes Moreno, Andrés Lucio Grozlan, Manuel Alba García, Francisco Clac Caballero y Manuel Billa Sánchez. Sólo ocho de las 16 personas que formaban la tripulación del Nuevo Pepita Aurora pudieron ser rescatadas por otro pesquero, el Benamahoma, que fue el primero en llegar al lugar del naufragio. Entre los supervivientes está el patrón del barco, que ayer no quiso abandonar el puerto para mantenerse al tanto de las labores de búsqueda de cinco de sus hombres.

Dos buques, dos helicópteros, un avión y una patrullera participaron en el dispositivo de búsqueda. Pese al despliegue de medios de Salvamento Marítimo, Guardia Civil y la Armada, las labores fueron complicadas y lentas. El temporal de levante que había hecho volcar al pesquero se encargó también de dificultar los trabajos de rescate. De hecho, los buzos de la Armada encontraron muchos obstáculos, tal y como explicó la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa: "Están teniendo graves dificultades para entrar en el buque. El fuerte oleaje y el viento hacen muy difícil acceder al interior del barco, y no podemos arriesgar la vida de más personas".

Los equipos volcaron todos sus esfuerzos en intentar acceder al barco porque es allí donde se cree que pueden permanecer los cinco desaparecidos. En el momento del naufragio, estaban descansando en su camarote.

Fue también el duro temporal el que provocó que los cuerpos de los marineros fallecidos tardasen en llegar al muelle, ante la desesperación de los familiares y vecinos congregados. Dos de ellos llegaron a bordo del buque Piloto. El tercero fue trasladado por otro de los pesqueros que participaron en el rescate, el Hermanos García Lara.

En el puerto de Barbate se instaló un dispositivo de emergencias compuesto por 500 efectivos para prestar auxilio a los rescatados. Al puerto se desplazó también un equipo judicial que ha abierto un protocolo de investigación por el accidente marítimo y que tomó declaración a los supervivientes.

Durante toda la tarde se desplazaron hasta el muelle barbateño centenares de vecinos. Entre ellos, Tomás Sánchez, un pescador compañero de los marineros fallecidos. Sánchez es tripulante del Nuevo Pepita Aurora, pero ayer no embarcó. "Había tenido un accidente de moto y tenía que ir a por una radiografía". Paradójicamente, un accidente salvó la vida de este pescador que, como el resto de concentrados, se sentía perdido a causa de la falta de noticias: "Todo el mundo está nervioso y perdido. Nadie sabe nada. Es una lotería, aunque todos lo estamos pasando mal, a quien le toque la chinita, va a sufrir más".

Los supervivientes estaban muy afectados. "Se encuentran bien físicamente, pero no están en unas condiciones psíquicas adecuadas, lógico en estas circunstancias", señaló la ministra de Pesca. Entre ellos estaba el hijo del patrón del barco, también marinero. Fue uno de los que pudo salir con vida, pero además, el responsable del rescate de muchos de sus compañeros. El consejero andaluz de Pesca, Isaías Pérez Saldaña, dijo de él que es un héroe: "Ha luchado bravamente contra la mar y ha conseguido que algunos pudieran agarrarse a las cuerdas, aunque no todos". Saldaña añadió que el joven está "mal", por "la dureza que ha sido ver todo lo que ha perdido, sobre todo después de la ilusión con la que hace unos meses partía hacia Marruecos".

El Nuevo Pepita Aurora tenía licencia para faenar en Marruecos y regresaba del caladero africano cuando le sorprendió el temporal. El resto de barcos con permiso para ir a aguas marroquíes también estuvo ayer en el caladero. Antonio Vega, patrón del pesquero Siempre Virgen de Regla, relató cómo su embarcación había vuelto sólo tres horas antes de que lo hicieran sus compañeros. "Todos habíamos ido a la zona de Larache. Nosotros pasamos por el mismo lugar donde ha ocurrido el naufragio, pero tres horas antes. Entonces vimos que había fuerte viento, pero otras veces hemos navegado en condiciones parecidas y no ha ocurrido nada", afirmó.

En el hospital de campaña para los tripulantes, un equipo judicial identificó los cadáveres, que después fueron trasladados hasta la unidad forense de Cádiz para practicarles la autopsia. De madrugada se abrió la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Barbate, a sólo 500 metros de la lonja.

Pasadas las nueve de la noche llegó a la lonja de bárbate la ministra de Pesca, Elena Espinosa, para mostrar su pesar de forma personal a los familiares. Un autobús trasladó a los allegados de los tripulantes fallecidos hasta la capilla ardiente.

Al caer la noche se suspendieron las labores de rescate de los cinco desaparecidos hasta hoy a las ocho de la mañana.