Revilla cree "analfabetas" las críticas del PP al minitrasvase cántabro del Ebro

El Consell y el PP valenciano están arremetiendo desde hace días contra el Gobierno por autorizar el minitrasvase del Ebro a Cantabria y no el trasvase a Valencia. Ayer recibió la airada contestación del presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que consideró "insolidarias, injustas y analfabetas" las críticas. Revilla recordó que el trasvase fue diseñado por el Gobierno de José María Aznar y consiste en tomar agua en verano (hasta 26 hectómetros) de un embalse y reponerla en invierno. El derogado trasvase del Ebro a Valencia contemplaba 350 hectómetros de agua.

El presidente regionalista tilda al 'popular' Costa de "inculto e ignorante"

La insistente campaña del agua que llevan a cabo los populares valencianos y la Generalitat ha encontrado un inesperado y rotundo detractor, el presidente cántabro. El regionalista Revilla, que gobierna con el apoyo del PSOE, convocó ayer a los medios para responder al "inculto e ignorante" secretario general del PP-CV, Ricardo Costa. El propio presidente de la Generalitat, Francisco Camps, llamó ayer a sus correligionarios del PP cántabro para intentar calmar las aguas.

Siguiendo la línea marcada por compañeros el fin de semana, Costa dijo el lunes que el minitrasvase cántabro "es el colmo de la insolidaridad hídrica de Zapatero" y se preguntaba por qué no permitía llevar agua a Valencia y sí a una comunidad "que no tiene las carencias de agua" de aquí. No explicaba las peculiaridades del trasvase cántabro.

"En mis más de treinta años en la vida política de Cantabria jamás he escuchado unas declaraciones más desafortunadas, insolidarias y analfabetas por parte de ningún dirigente político" para atacar así a Zapatero, dijo Revilla. Explicó que en el bitrasvase del Ebro "no se toma ni un metro cúbico de agua que merme" las reservas del pantano y subrayó que se trata de una obra "absolutamente ecológica, que soluciona un problema gravísimo de Cantabria". Insistió en que la obra supone recoger agua del pantano cántabro en verano y reponer la misma cantidad, hasta 26 hectómetros cúbicos, en invierno, de cara a abastecer a Santander, Torrelavega y la zona litoral para no tener problemas de suministro en época estival.

Revilla dijo confiar en que "mañana mismo [por hoy] se le ponga en su sitio a este personaje", en referencia a Costa y esperó que desde el Partido Popular en Cantabria se defienda una obra, cuyo convenio de ejecución firmó en mayo de 2003 el entonces jefe del Ejecutivo regional, el popular José Joaquín Martínez Sieso.

El presidente cántabro recordó cómo la región "aguantó" en 1952 el "atropello" que, a su juicio, supuso la ejecución del Pantano del Ebro, anegando 6.200 hectáreas de tierras fértiles.

Revilla calificó de "curioso" que Valencia critique esta obra cuando "a ellos ni les va ni les viene". También anunció que ayer mismo iba a enviar una carta a Costa y al presidente de Valencia, Francisco Camps, para protestar por sus críticas y pedir que "se corten de raíz" las manifestaciones del secretario del PP valenciano.

Camps telefoneó al presidente del PP de Cantabria, Ignacio Diego, para aclararle que ni su Gobierno ni los populares valencianos se oponen al bitrasvase Ebro-Besaya, sino que sólo piden solidaridad e igualdad de trato para su comunidad. Diego defendió que las declaraciones de Costa han sido "tergiversadas", porque, a su juicio, sólo pedía que no se niegue a Valencia el agua del Ebro; aunque también reconoció que sí tiene que hacerle un reproche a su compañero de partido: que atribuyera al Gobierno de Zapatero una obra impulsada por el PP durante el mandato de Aznar.

Costa volvió a la carga ayer y explicó "con luz y taquígrafos por qué el Plan Hidrológico Nacional sólo sirve para las comunidades autónomas gobernadas por los socialistas". Dijo estar a favor de que llegue el agua para todos y lamentó la actitud "cínica" de Revilla, "quien mantiene a una vicepresidenta que se posicionó en contra de este trasvase y ahora arremete contra quienes pedimos igualdad de trato".