Peregrinaciones chárter

Tras una rápida visita al santuario de Lourdes, los peregrinos aguardaban el pasado lunes en la cola de los controles del cercano aeropuerto de Tarbes, en Francia. Al otro lado de la valla les esperaba un vuelo de excepción, el regreso a Roma del primer chárter de peregrinación organizado por la agencia especializada del Vaticano. En los controles de seguridad, sin embargo, no hubo excepciones: varios de los pasajeros tuvieron que abandonar botellas y botes de agua bendita que pensaban llevarse a casa. Sólo se salvaron los que transportaban el precioso líquido en cantidades inferiores a los 100 mililitros permitidos por las normas europeas de seguridad.

Este primer viaje fue la respuesta inicial de la Obra Romana de Peregrinaciones (ORP) a esta pregunta: ¿qué podían hacer para facilitar los viajes hacia los santuarios de la fe católica, en un tiempo de constante y generalizada falta de tiempo?. Los expertos conocen bien el tirón del turismo religioso: cada vez hay más gente que quiere peregrinar, pero no tanta que desee o pueda hacerlo con los tiempos y medios tradicionales.

Así, esta semana ha despegado el primero de los vuelos chárter hacia santuarios católicos que el Vaticano ha decidido organizar junto con Mistral Air, una compañía del servicio italiano de Correos, a su vez controlado por el Estado italiano. Antes de ser adquirida por Correos, el dueño de Mistral Air era el actor italiano Bud Spencer.

"Estamos registrando un aumento notable de peregrinos que quieren dirigirse a santuarios", explica desde Lourdes el padre Caesar Atuire, consejero delegado de ORP. "El problema es que, en muchos casos, no hay vuelos de líneas regulares que aterricen cerca de los santuarios. Con esta operación facilitaremos las cosas, llevando a los peregrinos más cerca y reduciendo los costes de los desplazamientos".

El proyecto ha despertado el interés de muchos medios. En algunos casos, con intentos de gracieta barata: "Aerolíneas de la Madonna", "Monjas azafatas" y cosas por el estilo.

La operación del Vaticano, sin embargo, no es ninguna broma. En 2006, la ORP organizó peregrinaciones para más de 50.000 personas. Hasta ahora trabajaba habitualmente con aerolíneas tradicionales. "Y seguiremos haciéndolo, pero con Mistral Air creo que lograremos reducir los costes para los peregrinos en un 10% ya el primer año", comenta el padre Atuire.

El sector del turismo religioso vale, según una estimación de la organización mundial del turismo, unos 13.000 millones de euros. "Y vive una etapa de crecimiento absoluto", según Kevin J. Wright, presidente de la Asociación Mundial de Viajes Religiosos, en una conversación telefónica desde Estados Unidos.

Preguntado por los planes económicos del proyecto, el alto responsable de la OPR contesta que esa entidad "es una organización de la diócesis de Roma y su misión es la evangelización. Facilitar los peregrinajes es nuestro objetivo y ésta no es una operación dirigida a ganar dinero. Dicho esto, es evidente que no podríamos seguir trabajando si perdiéramos dinero".

El vuelo de esta semana sólo ha supuesto el lanzamiento del proyecto. De momento no habrá más. A partir de abril de 2008, Mistral Air pondrá a disposición del proyecto tres Boeing 737 de su flota. "Por ejemplo, habrá tres conexiones semanales entre Roma y Lourdes", explica Valerio Vaglio, consejero delegado de Mistral Air. "El mecanismo es sencillo: nosotros ponemos los aviones, ORP vende los billetes. De momento volaremos desde varios aeropuertos italianos a Lourdes, Santiago de Compostela, Fátima, Tierra Santa y Czestochowa. La esperanza es poder añadir pronto también Guadalupe, en México", prosigue.

El mercado del turismo religioso está en alza. "No sólo aumenta el número de viajeros, sino también el tipo de viajes", dice Wright. "Ya hay cruceros exclusivamente dedicados a turistas religiosos; las conferencias religiosas atraen a cada vez más fieles; y se extiende la figura del misionero temporal".

"Lo importante es que la gente salga", concluye el padre Atuire. "Que la gente visite otras tierras y dialogue con otros pueblos. Hace mucha falta".