El máximo experto en bombas
Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz, Suni y Lucas (Tolosa, Guipúzcoa, de 50 años), es el máximo experto de ETA en la fabricación de bombas. Su mano está en la que demolió un aparcamiento de la T-4 y en la de la furgoneta bomba que dos etarras reventaron en Castellón al sentirse vigilados. Suni está considerado miembro de la ejecutiva reducida de ETA (Zuba-reducido, en el jerga de los etarras) y colaboró con la guerrilla sandinista en Nicaragua y con la salvadoreña.
Iruretagoyena fue detenido por primera vez en 1978 como parte de un comando de información que actuaba en Guipúzcoa, pero quedó libre meses después. Su rastro se retoma en 1981 en Nicaragua, desde donde se traslada a El Salvador y se integra en la guerrilla de aquel país. Luego volvió a Nicaragua con otros miembros de ETA, que construyeron un enorme zulo de armas y explosivos tanto de ETA como de los sandinistas en el barrio de Santa Rosa de Managua. El almacén saltó por los aires en mayo de 1993, lo que provocó la muerte de tres personas y destruyó numerosas viviendas. Allí, en un subterráneo con portones hidráulicos, fue hallado un archivo con datos para secuestrar a millonarios suramericanos, así como cientos de pasaportes y documentos de identidad de 23 nacionalidades.
Pero él ya se había vuelto a Francia en septiembre de 1991, donde comenzó a fabricar bombas. En junio del año siguiente fue detenido en un domicilio de París repleto de material explosivo. Fue expulsado de Francia a España el 8 de junio de 1996, pero también quedó en libertad. Lejos de abandonar sus cometidos, con 39 años se reintegró en la banda hasta convertirse en el principal experto en explosivos de ETA. Hasta ayer.
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