El que no muerde, pica
Aparece otro tiburón en La Manga y un pez manta en Tarragona
Los tiburones llegaron desorientados y las medusas a toneladas -Cruz Roja y la Agencia Catalana del Agua recogieron 1.000 kilos en un día en una playa en Barcelona-. Entre unos y otras han conseguido hacer del baño en el apacible Mediterráneo algo emocionante. Ayer a mediodía aparecía una nueva especie a unos 10 metros de la orilla de la playa de la Paella de Torredembarra (Tarragona): un pez manta. Obligó a prohibir el baño a pesar de que el más asustado era el pez: al advertir la presencia de bañistas, se alejó mar adentro, relató un socorrista.
En las playas de la Manga (Murcia), Protección Civil dio por terminada ayer la búsqueda de la cría de tiburón tintorera de 1,5 metros de longitud y unos 50 kilos de peso avistada el pasado jueves a pocos metros de la orilla en El Pedruchillo.
El escualo tampoco ofrecía mayor peligro para los bañistas, pero los tiburones generan cierta inquietud - "si estuviera con mi hija en una playa me gustaría saber si hay un tiburón cerca de la orilla, aunque sea de plástico", explicó el consejero de Medio Ambiente del Gobierno murciano, Benito Mercader-, así que se cerraron todas las playas de la zona, lo que no evitó que los bañistas se agolparan en la orilla para ver al tiburón con sus propios ojos y cámaras. No ha sido una buena semana para los bañistas: un temporal dejó el litoral sembrado de algas que, al pudrirse, dejan mal olor.
Pero el más fotografiado, de momento, sigue siendo el tiburón de la playa de Miracle (Tarragona). Personal del Acuario de Barcelona y un miembro de la Cruz Roja consiguieron capturarlo con un trasmallo el pasado 20 de agosto, una semana después de que se instalara en la zona.
La hembra de tiburón gris estaba desorientada y había llegado tan lejos, hasta la orilla, buscando alimento: crustáceos, moluscos, pescados pequeños... Los veterinarios se asombraron de la docilidad del animal que no sólo se dejó hacer fotos, también caricias. Muchos bañistas pudieron acercarse así de cerca a la cría tiburón.
Pero el tiburón de Miracle sólo vivió dos días más después de la captura. Murió a causa del estrés y un anzuelo que se había tragado, según sus cuidadores en el Acuario de Barcelona.
De modo que las más peligrosas resultaron ser las medusas. No en vano, el Ministerio de Medio Ambiente advirtió al aprobar el Plan Medusa el pasado ocho de junio: "En ningún caso se podrá garantizar la ausencia completa de estos animales en las zonas de baño". Dicho y hecho. Casi 14.000 personas han sufrido picaduras de medusa en las playas de Cataluña este verano.
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