Rajoy responde a Fraga que ve "muy lejos" su sucesión y muy cerca la de Zapatero
El líder del PP dice que no prevé una convención, pero Gallardón es partidario de celebrarla
Ni debate sucesorio, ni convención para promocionar su proyecto. El líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó ayer en Alicante, tras tres preguntas sobre ese asunto de los periodistas, que ve "muy lejos" la cuestión de su sucesión al frente del PP. Respondía así al presidente fundador de su partido, Manuel Fraga, quien dijo que "hay que ir preparando las sucesiones". Rajoy también aseguró que él no tiene prevista una convención en enero para reforzar su imagen ante las elecciones. "Desconozco que se esté organizando eso", contestó. Alberto Ruiz-Gallardón se declaró partidario de convocarla.
El PP ofrece su apoyo para derrotar a ETA, pero exige la ilegalización de ANV
Rajoy llegó el jueves por la tarde a Alicante para presenciar el amistoso de baloncesto entre la selección española y la francesa. A su llegada al Centro de Tecnificación de Alicante evitó a los periodistas. Pero ayer, durante una visita institucional con el presidente valenciano, Francisco Camps, al complejo audiovisual de la Ciudad de la Luz en Alicante, aceptó someterse a las preguntas.
La primera cuestión planteada fue una respuesta a las declaraciones del presidente fundador del PP, Manuel Fraga, quien planteó el lunes la conveniencia de ir preparando la sucesión en el PP. Ante eso se limitó a contestar: "Sin comentarios". Luego se le pidió su valoración sobre uno de los temas que más páginas de periódicos ha ocupado este verano: la intención de Alberto Ruiz-Gallardón de situarse como número dos por Madrid. "Ya lo he contestado antes", respondió. La última pregunta se interesaba por conocer si Rajoy veía "sano" que en un partido se prevea con tiempo la sucesión de sus dirigentes. "Ésa es una buena pregunta que le pueden plantear a Rodríguez Zapatero cuando pierda las próximas elecciones", se limitó a contestar, pero el periodista insistió: "Pero se la hacemos antes a usted". Rajoy contestó: "Es que eso lo veo yo muy lejos".
El líder del PP aseguró además no tener la menor idea de que en su partido se prepare una convención política en enero para exponer su proyecto y reforzar su imagen. "Desconozco que se esté organizando eso", dijo. Sin embargo, el día anterior, Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación del PP y hombre de confianza de Rajoy, aseguró a preguntas de los periodistas que ese acto estaba en ciernes: "Es probable que haya una convención antes de las elecciones de marzo".
El acto ahora negado fue bien acogido por Ruiz-Gallardón, quien habló antes que Rajoy y se mostró "muy partidario" del encuentro. "La convención no es sólo un acto publicitario, que lo es, sino que además de legítimo, creo que es obligado [celebrarla] por parte de las formaciones políticas para dar a conocer sus programas, sus equipos y proyectos", señaló. De hecho, los estatutos del PP marcan prácticamente la obligación de realizarla anualmente, salvo cuando hay un congreso. Rajoy sólo ha hecho una, en 2006. "La convención nacional es un órgano del partido de naturaleza consultiva, cuya convocatoria corresponde al presidente nacional, y que evaluará cada año las políticas que el mismo desarrolla", dicen los estatutos.
Rajoy explicó en Alicante que en estos momentos tiene dos prioridades: por un lado, elaborar un programa electoral que "aborde los problemas que tiene España" y la segunda, "seguir cumpliendo con nuestra labor de oposición que es para lo que los ciudadanos nos han elegido". Su objetivo es trasladar "confianza y seguridad" al electorado.
El jefe de la oposición enumeró los temas sobre los que el PP basará su estrategia y sus mensajes ante las próximas elecciones generales: el problema del agua, las deficiencias en infraestructuras, la seguridad ciudadana y la inmigración. Rajoy admitió que esta última "puede ofrecer oportunidades pero también generar problemas". Por eso el líder del PP tildó de "sucesión de errores" la política migratoria aplicada por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, cuya "única decisión" fue una "regularización masiva" que ha generado un "nuevo conflicto internacional con el Gobierno francés".
El presidente del PP volvió a ofrecer su apoyo "incondicional" al Gobierno para "derrotar a ETA", pero exigió que se rompan los acuerdos con ANV en los municipios vascos y se ponga en marcha "inmediatamente el proceso de ilegalización" de este partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.