El 'número dos' de Aguirre apoya a los ediles críticos con Gallardón
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, echó ayer un capote a los concejales del Ayuntamiento de Madrid molestos con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. El edil Ángel Garrido hizo llegar el pasado julio al resto de concejales una carta en la que les recuerda que el reglamento interno del grupo municipal obliga a celebrar reuniones periódicas, según avanzó El Mundo el viernes pasado.
La carta se limita a transcribir los artículos 1, 7 y 8 del reglamento, en los que se recoge la obligación de reunirse al menos "antes de cada pleno" (una vez al mes), y la posibilidad de que cualquier concejal incluya un asunto en el orden del día. Aunque el texto no lo dice, veladamente se interpreta que dichos artículos se incumplen. Es la primera vez que un edil del PP hace público su malestar contra Gallardón. Garrido no contestó a las llamadas para conocer cuántos ediles le apoyan.
El vicepresidente Ignacio González consideró ayer adecuado que estos ediles exijan al alcalde que observe las normas internas. "El grupo municipal debería reunirse como hacen los grupos de la Asamblea de Madrid, del Congreso y del Senado", precisó.
La carta del concejal ha sido interpretada como un movimiento de rebeldía en el seno del grupo municipal en un momento en el que Gallardón ha vuelto a insistir en su ambición de ir en las listas al Congreso de los Diputados que encabece Mariano Rajoy. Pero no es una rebelión nueva. Hace ya años que existe malestar entre varios concejales que, desde que Gallardón ganó las elecciones de 2003, consideran que en el grupo municipal tiene prioridad el equipo más cercano al regidor (los nueve ediles de la Junta de Gobierno).
Concejales 'pata negra'
"Es como si en el Ayuntamiento hubiera concejales de pata negra y otros impuestos", explican fuentes del partido. "Como si los que impone el PP y no elige Gallardón no fueran de confianza y por eso no se cuenta con ellos".
Esta división se evidenció en las pasadas elecciones del 27 de mayo, con el diseño de la lista municipal. Entonces, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que preside el PP regional, hizo valer su poder y colocó en la lista de Gallardón, con el que mantiene una pública rivalidad, a 10 afines a ella entre los 20 primeros puestos de la lista. Entre ellos, su antiguo jefe de protocolo Fernando Martínez Vidal y su ex jefa de prensa, Isabel Martínez-Cubells. También concejales, como Eva Durán o Garrido, que en el congreso del PP de noviembre de 2004 encumbraron a Aguirre a la presidencia del PP de Madrid. Pero no todos los concejales impuestos en la lista se oponen abiertamente al alcalde.
Tras la confección de las listas, el entorno de Gallardón afirmó que no importaba tanto el número en la candidatura como la responsabilidad que otorgara luego el alcalde a cada concejal. Ahora este desprecio puede volverse en su contra.
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