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"Pequeño, pero muy acogedor"

Eva María, de 34 años, enseña orgullosa el que será su nidito de amor a toda su familia. Se casa el año que viene y hasta entonces, seguirá viviendo con sus padres. "Estoy muy feliz, el piso está perfecto", explica contenta. Pronto vivirá en los bajos del número 13 de la calle de los Clarinetes, en el ensanche de Carabanchel. Al salir de la casa, se cruza con Óscar, uno de sus futuros vecinos. Tiene 28 años y también se independiza para irse a vivir con su pareja. También ha venido acompañado: padres, hermana y sobrinos. "Es pequeño, pero muy acogedor", dice la madre mientras los niños corretean por el comedor. Óscar ha venido por la mañana, cuando el alcalde les ha hecho entrega de las llaves, y ha dejado algunas cajas. En el suelo, porque los pisos no están amueblados. "No hay cocina ni muebles ni nada, pero ya lo sabíamos. Eran las condiciones", recuerda. Lleva dos años esperando este momento y está encantado.

Eduardo, de 26 años, no está tan emocionado. "El piso es muy pequeño, pero no podía pagar más". Un total de 40 metros cuadrados que le cuestan 400 euros al mes. El bambú que cubre la estructura exterior del edificio les ha dado la idea para poner título a la inauguración de la casa: la fiesta del Oso Panda.

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