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Dos hombres matan a sus parejas en Tarragona y Tenerife

Los agresores, un brasileño y un británico, emplearon cuchillos en ambos casos

El brasileño Epson C., de 30 años, mató ayer con un cuchillo a su pareja, Marialva A. P., de 27, en la localidad tarraconense de Cambrils. Los agentes encontraron el cuerpo sin vida de la joven en la bañera del domicilio conyugal con numerosas heridas de arma blanca. El hombre confesó el crimen y se entregó a la policía. El fin de semana hubo otra muerte por violencia de género: una mujer británica de 40 años fue hallada muerta el sábado en su casa en los Los Cristianos, en el sur de Tenerife, en un charco de sangre. Su compañero sentimental, de 47 años, es el presunto autor del crimen.

La comisaría de la Policía Local de Cambrils fue el lugar escogido por Epson C. para entregarse y confesar el asesinato de su pareja. El hombre aseguró a los agentes que había acuchillado a su pareja y que la encontrarían en la bañera del domicilio que compartían. La policía local, que condujo a Epson C. ante la Guardia Civil, pudo comprobar la veracidad de sus palabras poco después de la una de la madrugada, cuando los agentes se desplazaron al número 28 de la avenida de las Acacias, en una tranquila urbanización junto a la playa de Cambrils.

Los hechos ocurrieron la noche del sábado al domingo. La pareja tenía un niño de cinco años, que estaba dormido y no vio nada de lo ocurrido. Diversos vecinos de la zona, ocupada habitualmente por turistas alemanes y franceses que alquilan apartamentos por semanas, coincidieron en señalar los celos del marido como móvil del crimen. "Ella era una mulata guapísima, de las que te quedas mirando por la calle", dijo ayer un vecino. Núria Olguera, que vive a 30 metros de la casa de Epson C., dijo que los celos habían provocado una crisis en la pareja.

La víctima se dedicaba a limpiar hogares; entre otros, el de Olguera, que se mostró ayer afectada por su muerte. "Iba siempre con su hijo", recuerda de Marialva, a la que conocía como Leni. La empresa de limpieza para la que trabajaba le había ayudado a tramitar el permiso de residencia, y hacía dos días que la mujer había regresado de Brasil. Ninguno de los vecinos habían sido testigos de peleas, ruidos o discusiones. Al contrario, era habitual ver a la pareja paseando en bicicleta por la urbanización, añadió una vecina.

El homicida confeso regentaba, junto a su hermano, un pequeño negocio de pintura y albañilería, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Muchos propietarios de chalés y apartamentos habían solicitado sus servicios. Los dos hermanos vivían con la víctima, el niño y un perro, que ayer seguía vigilando la entrada de la casa.

Sin reconocer a la gente

Por otro lado, los vecinos del presunto agresor de Los Cristianos (Tenerife) aseguraron ayer que el hombre padecía un trastorno mental que en ocasiones le impedía reconocer a la gente.

El presunto homicida apareció el sábado, algo desorientado y con manchas de sangre en su ropa, en un bar situado debajo de los apartamentos donde residía, para pedirle al camarero que le indicara cómo llegar a su casa. El trabajador le ofreció las instrucciones para que llegase a su apartamento. Pero las manchas de sangre que presentaba el británico en su ropa despertaron inquietud en el camarero, quien inmediatamente llamó a la policía.

Los agentes acudieron al lugar con el objeto de acompañar al británico hasta la vivienda donde residía junto a su pareja. Al abrir la puerta del apartamento descubrieron el cuerpo sin vida de la mujer, en el suelo, rodeada de un charco de sangre. El compañero sentimental de la víctima fue detenido en ese mismo instante como principal sospechoso, y trasladado a la Comisaría de Playa de Las Américas para tomarle declaración.

Según recordaron los vecinos, la pareja vivía desde hace ocho meses en esta localidad turística del sur de Tenerife.

El cuerpo de la mujer presentaba diversos cortes de arma blanca en distintas partes del cuerpo, incluido el cuello, según fuentes de la Delegación de Gobierno, para quienes todos los indicios apuntan a un nuevo caso de violencia de género. Con éstas, ya son 54 las mujeres muertas este año a manos de sus parejas o ex parejas.

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