La fiscalía turca atribuye al cansancio de la tripulación el accidente del Yak

La Fiscalía de Maçka, la localidad turca en cuya jurisdicción se estrelló el Yakovlev-42, atribuye al "factor cansancio" el siniestro en el que el 26 de mayo de 2003 fallecieron 62 militares españoles que regresaban de cumplir una misión en Afganistán.

"En este viaje", señala el escrito definitivo de la fiscalía turca, "la tripulación sufrió inevitablemente por el factor cansancio, por el exceso de horas de actividad, más de 22 en total; por la última etapa del vuelo, que se prolongó casi cuatro horas y media; y por la demora inesperada de cinco horas en el aeropuerto de Manás", última escala antes del accidente. Todo lo cual, concluye, "consumió la energía de la tripulación a la hora de efectuar una aproximación [al aeropuerto de Trabzon] que no era sencilla y que se realizó en difíciles condiciones meteorológicas".

Estas conclusiones coinciden con las de la comisión internacional de investigación integrada por representantes de Turquía, Ucrania, Rusia y España.

El escrito, que pone punto final al procedimiento abierto en Turquía, subraya además que la tripulación no estaba familiarizada con el aeropuerto ni tampoco recibió la adecuada formación al respecto lo que, unido al agotamiento y al deseo de aterrizar lo antes posible -pues ya habían abortado un primer descenso- la llevó a errar la aproximación y dirigirse contra las montañas.

Pese a todo, el proceso se archiva sin delimitar ninguna responsabilidad personal, ya que la fiscalía turca considera que la misma recaería en la tripulación -12 ucranianos y un bielorruso-, que también perdió la vida en el siniestro. En concreto, señala como sospechosos al capitán piloto, al segundo piloto y al ingeniero de vuelo, a cuyo "fracaso" atribuye el accidente.

Tres procedimientos abiertos

Un vez agotada la investigación turca, quedan tres procesos abiertos en España, uno en la Audiencia Provincial de Zaragoza, por la vía civil, y dos en la Audiencia Nacional, por la penal. El primero concluyó con una sentencia que condenaba a indemnizar con un monto total de casi diez millones de euros a los herederos de las víctimas, cuyo recurso se verá el próximo 4 de septiembre.

En la Audiencia Nacional hay dos procedimientos abiertos, uno por la contratación del Yak-42 y otro por falsedad en la identificación de los cadáveres.

El juez Fernando Grande-Marlaska ha decidido archivar el primero, pero su decisión no es firme, al haber sido recurrida ante la Sala de lo Penal. Además, en el Juzgado Central de Instrucción número tres se investigan los errores en la identificación de 30 de los 62 cadáveres. Este procedimiento es el único en el que hay imputados: en concreto, los generales Vicente Navarro y José Antonio Beltrán, a quienes el ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa encomendó repatriar los restos de las víctimas.