Guerra de comisiones, más ruido que nueces
La banca mejora su margen de intermediación por el alza de tipos, pero se resiste a reducir sus ingresos por este concepto
Las comisiones bancarias siguen pisando fuerte y avanzando a ritmos de dos dígitos. Aparte de un puñado de bancos y cajas que han aprovechado la mejoría de los márgenes y la impopularidad de las comisiones para conquistar nuevos clientes, más fieles y vinculados, la mayor parte de las entidades no parecen muy dispuestas a renunciar a ellas y siguen acumulando fuertes incrementos en sus ingresos por este concepto.
Los ingresos por comisiones de bancos y cajas se han incrementado casi un 50%: desde 9.800 millones en 2002 a 14.500 millones en 2006
Los consumidores acusan a la banca de ir 'creando' nuevos tipos de comisiones, de modo que servicios que antes eran gratis ahora se pagan
El año 2006 será recordado como el de la inflexión en las comisiones bancarias. Después de fuertes aumentos anuales de las tarifas e ingresos por comisiones, dos acontecimientos, en 2005, vinieron a frenar su trepidante carrera hacía el infinito. Uno de ellos, la noticia de que algunas entidades habían cobrado comisiones por las transferencias enviadas a las víctimas del tsunami. Otra, el intento del Banco Popular de imponer una comisión a sus clientes por extraer dinero de sus cajeros fuera de las horas de oficina.
Los dos hechos tuvieron un fuerte impacto en la opinión pública. Pese a que las entidades acabaron por devolver las comisiones cobradas y el Popular desistía de su nueva comisión, unas cuantas asociaciones de consumidores no dejaron escapar la oportunidad de abrir un nuevo frente de actividad: las comisiones bancarias. E hicieron mucho ruido. "Decidimos actuar", explica Manuel Pardo, presidente de ADICAE, "debido a las muchas denuncias recibidas".
Otra razón, sin embargo, fue que, tanto esta organización como la OCU (que también se implicó en el tema), eran conscientes de que el tema de las comisiones, cuya carrera ascendiente se inició a mediados de los noventa, con la bajada de tipos, venía generando un creciente malestar entre la masa de clientes bancarios. El número de reclamaciones recibida en el Banco de España contra las entidades (con las comisiones en primera línea) había crecido, solo entre 2002 y 2005, de 4.228 a 5.243, un 24%, una cifra, que según Pardo, "es solo la punta del iceberg, pues al tratarse de sumas pequeñas la mayor parte de la gente ni se molesta en reclamar".
Aún así, todo hubiera podido quedar en nada si no fuera porque dio la casualidad de que la creciente impopularidad de las comisiones vino a coincidir con la remontada de los tipos. El euríbor, que en enero de 2005 estaba en el 2,312%, subía al 2,833% en enero de 2006 y al 4,064% en enero de 2007, posibilitando así una clara mejoría de los márgenes de intermediación de la banca. Algunas entidades vieron en esta confluencia de circunstancias una oportunidad comercial. Una de las primeras en hacerlo fue el BBVA, que aún en 2005, anunciaba su línea Las Cuentas Claras, una oferta de tarifa plana a sus clientes.
Meses después, ya en enero de 2006, el Santander contraatacaba con Queremos ser tu banco, un plan de comisiones cero mediante el que la entidad ofrecía la supresión de las comisiones más usuales a todos los clientes que se vincularan con el banco a través de uno de cuatro productos, entre ellos la domiciliación de la nómina o un plan de pensiones. El plan, calificado por Ángel Ron, presidente del Santander como publicitario e insostenible, benefició a 2,2 millones de particulares y supuso la renuncia a cerca de 80 millones de euros en comisiones. "Se trataba de eliminar las comisiones que no necesitan gestión activa", explican en el banco.
Planes de moda
Ese mismo mes, Bancaja iba incluso más lejos y anunciaba la supresión de las principales comisiones (cuentas, transferencias y cheques) a todos sus clientes, medida que benefició a más de 2,3 millones de clientes y que venía a completar, dicen en la entidad, "exenciones anteriores a jóvenes menores de 25 años, mayores de 65 o clientes con saldo superior a 1.000 euros, adoptadas en 2005".
Nacidos en medio de cierto escepticismo, estos planes no sólo no se pusieron de lado sino que se han ido extendiendo a más gente. Prueba de que alguna ventaja han tenido para las entidades. "En octubre ampliamos el plan Las Cuentas Claras, dicen en el BBVA, "al segmento joven y este año a los inmigrantes clientes del plan Dinero Express. También el Santander decidió en enero ampliar su plan a universitarios, accionistas, autónomos o comerciantes. Moda o no, lo cierto es que en la actualidad, raro es el banco que no tenga alguna oferta de supresión o reducción de comisiones. Otra cosa es que unos sean más activos que otros en su promoción.
Su creciente popularidad no les ha ahorrado críticas. En especial de los responsables de las asociaciones de consumidores, para quienes todo se resume a una mera maniobra de marketing. Según estas organizaciones, las tarifas han seguido subiendo, igual que los ingresos de las entidades por este concepto, lo cual parece ser cierto. Por ejemplo, entre diciembre de 2006 y julio de este año las tarifas sobre ingresos de cheques han subido de media (datos del Banco de España) entre un 3% y un 4%, las cuotas de tarjetas entre el 3% y el 4% y la disposición de efectivo en cajero casi un 3%, lo que redunda en incrementos anuales situados entre el 6% y el 8%, bastante superiores al IPC. Y por lo que respecta a los ingresos por comisiones, bancos y cajas los incrementaron casi en un 50% en los últimos cuatro años, desde los 9.800 millones de 2002 a los 14.500 millones del año pasado. Entre los grandes, los que más avanzaron fueron Bankinter (73%), Pastor (78%), Caja Madrid (62%), Caixa Catalunya (65%) o Caixa Galicia (87%).
Tarifas más caras
"La realidad es que, pese a la publicidad", sostiene Enrique García, portavoz de la OCU, "te cobran cada vez más comisiones. Compensan las reducciones a algunos clientes con el cobro de tarifas más altas a otros". Lo mismo dice ADICAE. Según esta organización, que hace estudios anuales del coste de las comisiones para familias-tipo (con una cesta de productos determinada), la carga de las comisiones bancarias no ha hecho más que acrecentarse. "Mientras que ese coste medio era de 176,4 euros en 2004, en 2006 era ya de 228,4 euros", denuncia Pardo. Estas organizaciones acusan, además, a los bancos de crear nuevos tipos de comisiones de modo que servicios que antes eran gratis ahora se pagan.
"No hace falta siquiera que el Banco de España de su visto bueno a una nueva comisión", apunta García, de la OCU. "Con comunicársela y con que el regulador no diga nada en contra, la pueden poner en marcha en 15 días". Este responsable afirma que "hay servicios que hace años no se cobraban como los extractos por correo o los apuntes en cuentas". Pardo añade que "La Caixa quería imponer una comisión por cobrar recibos de no clientes, lo denunciamos ante el Tribunal de Defensa de la Competencia y lo ganamos", recuerda Pardo. Justamente, ese tribunal acaba de prohibir a 4B y Euro 600 la subida de sus tarifas.
Pardo opina que "muchas entidades han decidido pagar los gastos generales con las comisiones". En su opinión, se da la paradoja que "muchísimas sucursales, al abrir la puerta ya lo tienen todo pagado. Lo que ingresan después es beneficio". De momento el Santander paga el 74,3% de sus gastos generales con las comisiones, el BBVA el 68,6%, La Caixa el 58,4% y Caja Madrid el 65%.
Desde algunos sectores se consideran exageradas las críticas de las organizaciones de consumo a las tarifas planas y otras medidas similares. José Andrés Pérez, de Empymer, una empresa de estudios de mercado que elabora un informe anual sobre las comisiones reales, afirma que 2006 "fue un año de inflexión. Las comisiones reales, después de subir de modo fuerte e ininterrumpido durante años, tendieron a estabilizarse".
"Las comisiones han subido en volumen", señalan en el Santander, "no porque hayamos subido las tarifas sino porque hay más actividad bancaria y los clientes demandan productos más sofisticados El mix ha cambiado". Una opinión con la que está de acuerdo Sebastián Moreno, de UGT Banca, quien reconoce que "hay bonanza económica, más hipotecas, más consumo y más crédito. Tiene que haber más comisiones". Habría que añadir que hay cada vez más diferencias entre unos bancos y otros en la política de cobro de comisiones. Pérez, de Empymer, afirma que "las diferencias son tan grandes que en algunos servicios pueden ser hasta veinte veces más caros en un banco que en otro". Pérez añade que, debido a "la actual competencia entre bancos, hay una gran distancia entre las tarifas máximas aprobadas y las que practican los bancos en el día".
Los números muestran que algo de eso hay. Las entidades que apostaron por las reducciones sí han sufrido una merma de sus ingresos por comisiones. En el primer año completo de vigencia de Las Cuentas Claras, el BBVA elevó sus ingresos por comisiones solo un 6,89%. El año anterior habían crecido un 13,53%. Lo mismo le ha pasado al Santander, que elevó sus ingresos por comisiones un 4,67% el año pasado y que en 2004 había logrado más del 16% de aumento. O de Bancaja, que tampoco logró ir mucho más allá de un incremento, en 2006, del 4,82% en ingresos por comisiones. En cambio, el Popular, que se mostró contrario a estas prácticas, incrementó sus ingresos por comisiones el año pasado en un 11,18%, Bankinter en un 10,44%, Caixa Catalunya en un 9,1%, la CAM en un 12,69% y Caixa Galicia en un 22,85%.
Mayores márgenes
Dicho esto, no parece que les haya ido mal a los bancos que han recortado comisiones. El Santander logró, por ejemplo, elevar su margen de intermediación en un 58,9%. Y el Popular logró apenas un modesto incremento de 5,91%. En el Santander presumen, además, de haber logrado sus objetivos con la eliminación de comisiones, lo que contribuyó a la llegada de 369.000 clientes particulares. ¿Significa ello que otros bancos seguirán la moda de las eliminaciones o rebajas de comisiones? Nadie lo sabe. Hay opiniones para todos los gustos.
Las cifras del primer trimestre, que muestran cierta remontada (un 16% más con respecto al mismo período del año pasado), y la actitud de algunos bancos y cajas de seguir exprimiendo este panal lleno de posibilidades demostrarían que los recortes de comisiones han sido flor de un día. En el Santander, sin embargo, no lo creen y piensan que las comisiones seguirán reduciéndose, al margen de lo que digan las tarifas oficiales. ¿Razón principal? Sigue siendo un tema socialmente polémico.
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