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Reportaje:

Vacaciones en Tiffany

Sarkozy revela que la casa en la que ha pasado el verano fue alquilada por la presidenta de la joyería en Francia y una directiva de Prada

Los polémicos 15 días de los Sarkozy en EE UU han llegado a su fin y ayer emprendieron desde Boston el regreso a París, lo que propició que el presidente francés revelase quiénes fueron sus anfitriones y pidiese a la prensa que deje en paz a su mujer. "No quiero que hablen ustedes de Cecilia; sobre mí pueden escribir cuanto quieran", dijo.

En esas dos semanas, el presidente ha tenido tiempo de hacer públicos 17 comunicados, conceder una decena de entrevistas más o menos informales, efectuar un viaje relámpago de ida y vuelta Boston-París-Boston para asistir a un funeral, de entrevistarse con la familia de George W. Bush en torno a una hamburguesa y con la llamativa ausencia de Cécilia Sarkozy, y de nadar y correr varios kilómetros diarios, siempre con sus gafas de sol puestas.

Los Sarkozy encontraron su residencia en Wolfeboro, junto a un hermoso lago, gracias a sus amistades millonarias. La mansión ha sido alquilada por "los Cromback y los Agostinelli, que nos invitaron a unirnos a ellos en compañía de nuestros hijos", explicó el presidente a Le Monde. Agnès Cromback es la presidenta de la joyería Tiffany-France y los Agostinelli son, banquero él, responsable ella de comunicación de la firma Prada-France. Las dos familias son amigas de Cécilia. Durante esas dos semanas, Sarkozy se ha irritado también en varias ocasiones con la prensa gráfica, empeñada en perseguirle con sus cámaras en ristre, mientras que le gritaban preguntas y se interesaban por su esposa. "Eso corresponde a nuestra vida privada. Dejad en paz a Cécilia", les pidió una vez mientras el servicio de seguridad les confiscaba momentáneamente las cámaras.

Cécilia ha adquirido un extraño protagonismo político debido tanto a sus inesperadas presencias -viajó dos veces a Trípoli, capital de Libia, para supuestamente negociar con el coronel Muammar el Gaddafi la liberación de las enfermeras búlgaras y el médico palestino condenados a muerte- como a sus no menos sorprendentes ausencias, con los Bush este verano, pero también ante las urnas el día en que su marido aspiraba a ser elegido presidente de la República.

Demasiados gastos

Algunos diputados socialistas, visto que el presidente renuncia a utilizar las residencias oficiales que le ofrece el cargo y que están bajo vigilancia todo el año, han sugerido "venderlas, puesto que si él va a otra parte y no hacen falta". Además, el siempre mordaz semanario Le Canard Enchaîné no ha dejado de señalar que la presencia de Sarkozy en los funerales del cardenal Jean-Marie Lustiger, fallecido el 5 de agosto a los 80 años, le ha costado al contribuyente 91.000 euros y que el supuesto ahorro por el hecho de que presidente, esposa e hijo viajasen en líneas regulares no es tal. Y es que el Falcon presidencial voló igualmente a Boston para transportar a los guardaespaldas y personal fijo de presidencia. El aparato permaneció aparcado en el aeropuerto estadounidense para resolver los imprevistos, como el fallecimiento del carismático Lustiger, que nació judío, se convirtió después al catolicismo y que congregó en su funeral a personalidades de varias confesiones, incluida la judía.

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El viernes de la próxima semana, Sarkozy presidirá el primer consejo de ministros de la rentrée política. Antes, a partir de mañana, se habrá reunido con diversos equipos ministeriales para abordar problemas urgentes: la crisis económica ligada al hundimiento de las Bolsas por el temor a una gran crisis en el mercado hipotecario de Estados Unidos, los dramas que crea la intervención policial indiscriminada e imprudente contra ciertos inmigrantes en situación irregular y que no suponen peligro alguno, o la descoordinación existente entre los servicios judiciales y los penitenciarios que dejan en libertad a un pederasta reincidente sin asegurarse antes que no es una amenaza para los menores. Es más, los servicios médicos de la prisión le recetan viagra para mejorar sus proezas sexuales. Resultado: otro menor violado.

Sarkozy hace deporte durante sus vacaciones en  Wolfeboro.
Sarkozy hace deporte durante sus vacaciones en Wolfeboro.REUTERS

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