Regeneración 2
En medio de la deserción y la reposición imperantes, dos excepciones. Dos programas que contradicen, ni más ni menos, a Rafael Sánchez Ferlosio, quien hace pocas semanas se mostró beligerante al hablar del maligno educador que él ve dentro del televisor: "El imponente poder pedagógico de la publicidad tiene ya derrotado de antemano cualquier otro intento educativo". Los programas no son de debate ni de enseñanza, esos que -de cumplirse el famoso Mandato-marco propuesto por el Gobierno- harían la televisión mejor que el televidente. Son dos series dramáticas menos atendidas por críticos y entendidos que otras infinitamente peores pero a la moda.
La veterana Amar en tiempos revueltos (TVE-1) se sigue emitiendo este verano a diario en la sobremesa, aunque el Ente decidió no darla el día de la Virgen de agosto, quizá para no soliviantar más al episcopado. Porque se trata, hay que volver a decirlo, de una serie laica y progresista, bien estructurada, bien realizada (dentro de sus medios, que son pocos) y muy bien interpretada por un extenso plantel de jóvenes y no tan jóvenes a los que en esta última temporada se han sumado actores de la gran talla de Emilio Gutiérrez Caba, Ana Labordeta o Antonio Valero. La trama ha llegado a 1948, el exilio, tanto el interior como el extranjero, ha cobrado importancia, así como la censura, revelada en los elocuentes episodios del estreno de Gilda en la España de entonces. La doble moral y, en algunos casos (el del joven sacerdote), la doble vida aparecen como espejo de aquel país injusto, rancio y acobardado que los guionistas reflejan con riqueza de matices.
A esta lección de historia dramatizada yo añadiría como modelo de serie liberadora Queer as folk, que Cuatro ha emitido (con trompicones) a altas horas de la madrugada, seguro que con intenciones también educativas, puesto que los capítulos inician un bloque juvenil. Esta serie norteamericana centrada en la comunidad gay y muy bien equilibrada entre lo sicalíptico y lo didáctico, debería servir de materia extra-curricular en las futuras lecciones de ciudadanía sexual.
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