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La caseta de la pirotecnia Igual acumulaba más explosivos de los permitidos, según UGT

La empresa insiste en que sigue abierta la investigación sobre la muerte de una trabajadora

El sindicato UGT afirmó ayer, a través de un comunicado, que en la caseta de la empresa Pirotecnia Igual de Canyelles (Garraf), en la que una trabajadora perdió la vida el pasado lunes, se almacenaba una cantidad de explosivos superior a la permitida por ley. La empresa reclama al sindicato que, como mínimo, espere a que la Guardia Civil finalice su investigación antes de sacar conclusiones. Pere Casals, director comercial de la pirotecnia, recuerda que las pesquisas policiales, que aún se están realizando, "se basan en criterios científicos y no sindicales".

La legislación establece cuánto material pirotécnico puede contener este tipo de casetas según sus características. Fuentes sindicales apuntan a que la explosión del lunes fue tan fuerte que dejó reducido a escombros el pequeño habitáculo (con paredes de hormigón de unos 30 centímetros de grosor) en el que trabajaba la víctima, Maria Lluisa R. M., de 37 años.

El sindicato asegura que ni siquiera la cantidad máxima de explosivos que permite la normativa puede provocar tanto destrozo, por lo que deduce que lo almacenado en la caseta debía de ser muy superior. Igualmente reprocha que "la contratación de personal sin formación es habitual en la planta de Pirotecnia Igual". La fallecida llevaba cuatro meses trabajando en la empresa. Hace dos años ya estuvo empleada como peón durante una temporada.

Aunque se confirmaran las sospechas de UGT acerca del volumen de explosivos, el sindicato reconoce que la muerte de la trabajadora hubiera sido casi inevitable si la cantidad hubiera sido la permitida. La organización sindical, sin embargo, considera que se podría haber evitado poner en riesgo la vida de los tres trabajadores que operaban en la caseta contigua.

Más allá de las diferencias entre empresa y sindicato, este accidente mortal ha caído como un jarro de agua fría en esta pirotecnia, que cuenta con un centenar de empleados y que es una de las más importantes del sector en Europa. Pese a su actividad de riesgo, nunca antes había registrado un accidente mortal.

El comunicado que hizo público ayer la dirección del sindicato en Cataluña estaba redactado en un tono muy duro. En cambio, sus delegados sindicales en el comité de empresa de la pirotecnia fueron más moderados y evitaron pronunciar las palabras negligencia o irregularidad. Lo que sí admitieron es que, en los últimos años, la empresa prioriza la productividad y descuida aspectos relacionados con la seguridad de los trabajadores. Desde hace un tiempo, Igual incentiva a los trabajadores con primas vinculadas a su producción.

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Las casetas donde los empleados manipulan los cohetes y petardos son de reducidas dimensiones y en ellas siempre trabajan muy pocos operarios -en el caso de la víctima del lunes, la caseta era individual-, para evitar explosiones en cadena en caso de accidente. La normativa dicta que cada trabajador debe ir a buscar al polvorín una cantidad máxima de explosivo y regresar a la caseta para manipularlo.

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