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Tribuna:JUVENTUD
Tribuna
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Una política eficaz que escuche problemas y propuestas

El autor reclama una política que facilite el acceso a la vivienda, que frene la precariedad laboral y fomente la participación de los jóvenes de la región.

La juventud en Madrid no puede emanciparse del hogar familiar hasta los 34 años, de media, coincidiendo en la mayor parte de los casos con el momento en el que se comparte la vivienda y los gastos con una pareja, y siendo llamativos los casos en que gente de menos de 34 años se emancipa en solitario, por lo poco significativo en número, y por las condiciones a las que hacer frente (coste de la hipoteca o alquiler, tamaño, estado y localización de la vivienda, etcétera). Estamos hablando que un joven en Madrid tiene que dedicar más de las tres cuartas partes de sus ingresos mensuales para hacer frente a los costes de la vivienda, y que en algunos tramos de edad, los más jóvenes, y según la media, el coste de la vivienda se llevaría todos los ingresos.

El Plan de Vivienda Joven con opción a compra no está resolviendo esta situación, sólo está dando solución a jóvenes con más edad y más posibilidades, quedando las 79.000 viviendas previstas inicialmente en no más de 5.000 sorteadas, y en menos de 1.000 entregadas a día de hoy, a la espera de más sorteos. Quizá diera más resultado disponer para los jóvenes de una oferta diversificada que contemplase un tipo de vivienda para los más jóvenes, una primera vivienda, con espacios propios y compartiendo espacios comunes, como las residencias universitarias pero con rentas asequibles; otra para quien ya necesita de otras soluciones y no le interesa seguir compartiendo, y por último, el tipo de vivienda del Plan, dirigido a los jóvenes con más edad y con más posibilidades. Una apuesta decidida por el alquiler social, a partir de nuevas promociones o de la movilización de las viviendas desocupadas, con todas las garantías para el propietario y las ayudas para quien lo alquilase.

Urgen más medidas, como que la Hipoteca Joven de la Comunidad o del Ayuntamiento de Madrid tengan más ventajas que los 40 años y los 50 años de periodo de amortización respectivamente. Sería muy positivo ampliar el alcance de los intereses por debajo del Euríbor a toda la duración del préstamo, y no sólo a los primeros meses.

Siendo la juventud con mejor preparación, padece condiciones estructurales de precariedad laboral, conjugándose una altísima temporalidad, incluso con una muy significativa rotación externa de empresa en empresa por este motivo, unos salarios bajísimos, un tiempo de trabajo mucho más amplio y desregulado que la media, una nula correspondencia entre la preparación adquirida y las labores a realizar, y con un riesgo de accidentabilidad laboral que, según sectores y tramos de edad, es tres o cuatro veces mayor que la media general. Ante lo claro de las cifras (más del 55% de los contratos temporales no cumplen con su causalidad y los jóvenes padecen un 20% más de precariedad), no se entiende que desde las administraciones competentes no se ataje esta situación, y más cuando la región experimenta los niveles de crecimiento económico más importantes.

La sensación de frustración se instala en los jóvenes, no sin antes intentar, con la denuncia, con la movilización, con la propuesta, colaborar en su solución. Y en eso estamos todavía, dando la máxima difusión posible a las propuestas que las organizaciones juveniles han elaborado desde el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid (CJCM). Casi 300 propuestas, muchas de ellas están destacadas en los párrafos anteriores, en relación a vivienda y empleo, y otras tantas, que sobre Educación, Participación, Igualdad y otros ejes, plantean cosas como una norma que permita y regule la acampada en nuestra comunidad, que se facilite la movilidad con la gratuidad del transporte público para los jóvenes sin ingresos, que se potencie la participación de los jóvenes con las dotaciones y equipamientos mínimos que les permitan realizar actividades, y apoyando la creación de Consejos Locales de Juventud, como espacios de participación de las asociaciones juveniles en la elaboración de propuestas y de valoraciones sobre las medidas ya realizadas, además de promover la participación ciudadana a todos los niveles y en todos los espacios, siendo ésta la mejor escuela de ciudadanía que existe. En definitiva, una propuesta integral compuesta por diversos ejes y por 290 ideas concretas a valorar, concretar y mejorar, y una voluntad de considerar a las políticas de juventud de manera transversal y coordinada, cuando desde todas las partes, Administración regional incluida, se destaca la importancia de las mismas.

El Gobierno Regional, del Partido Popular, recientemente elegido, no ha dotado de esa consideración de centralidad política y transversalidad sectorial a las políticas de Juventud, al no englobar las instancias competentes en materia de Juventud dentro de la Consejería de Presidencia encargada de coordinar toda la acción de gobierno, como si ocurre en Castilla-La Mancha. O incluso podría haber creado una Consejería de Juventud, como en Extremadura, que además fuera competente en Deportes, pero han optado por crear una Consejería de Deportes que además lleve las competencias de Juventud. Las formas son cruciales y la consideración que los problemas de vivienda, de empleo, de educación, de movilidad, de participación, etcétera, van a recibir desde una consejería creada para apoyar la candidatura olímpica de Madrid 2016, no va a ser tan eficaz y con el peso político que tendrían desde la Consejería de Presidencia.

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Desde el CJCM insistimos en la necesidad, ahora que comienza la legislatura, de abrir un debate sobre la Ley de Juventud de la Comunidad de Madrid, con el objeto de adecuarla a las nuevas realidades y problemas que viven los jóvenes madrileños, de estudiar la creación del Instituto Regional de la Juventud, como ya funciona en la Comunidad Valenciana, en Andalucía, y próximamente en Castilla y León y Castilla-La Mancha, como espacio de coordinación de las políticas de juventud con la participación de los agentes implicados y la dirección del Gobierno regional, un debate que considere el que nuestro Estatuto de Autonomía, mediante compromisos vinculantes, atienda el derecho a la emancipación juvenil, ya que el texto aprobado hace 24 años apenas da cobertura a la nueva realidad social, ciudadana y democrática de la juventud y de la sociedad madrileña.

Juan Martínez García es presidente del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid.

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