Carril-bici
Leída la carta de Enrique Angulo sobre la falta de civismo en España (¿Complejo de inferioridad?, del 8 de agosto), coincido plenamente con sus apreciaciones, excepto en el apartado sobre las bicicletas. Desconozco cuál es la situación en Burgos, pero como usuario habitual de bicicleta en Valencia (es mi principal medio de transporte), debo puntualizar que no es cierto que tengamos "todos los carriles- bici del mundo".
Valencia es tan llana como Amsterdam y con un clima mucho más benigno, sin embargo la mayor parte de la ciudad carece de vías específicas para bici (incluyendo prácticamente todo el centro y zonas de nueva construcción como la tan cacareada Ciudad de las Artes y las Ciencias). Los ciclistas urbanos, por tanto, nos vemos obligados a "fastidiar" a los coches, para los que somos un engorro y casi invisibles, jugándonos la vida prácticamente a diario.
Coincido en que la acera es para los peatones y yo jamás la transito, aunque no estaría de más que mis conciudadanos aprendieran de una vez que los carriles-bici, como su propio nombre indica, son para las bicis.
Todo ello gracias a la política de acoso y ninguneo del Ayuntamiento, que en una ciudad con un nivel altísimo de tráfico y contaminación sonora, se dedica a perseguir a los que menos molestamos.
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