Un negocio suculento
El triángulo del acero lo integran, además de Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, una larga lista de compañías conocidas, como Carlyle Group, General Electric, General Dinamics, Northrop Grumman, Honeywell y United Technologies. Son las principales contratistas del Pentágono especializadas en armamento y sistemas de defensa. Por no dejar de citar a otras más pequeñas como Alliant Techsystems, especializada en armas avanzadas.
Sólo hay que ver sus cotizaciones para constatar que tienen el viento de cola. El valor total de los acuerdos para transferencias de armamento firmados por EE UU ascendió a 12.800 millones de dólares (9.300 millones de euros) en 2005, según datos gubernamentales, lo que representa casi un 35% de los contratos similares firmados en todo el mundo. EE UU encabeza también las entregas de armamento, con el 45,6% del total.
Al otro lado están los clientes, donde Oriente Próximo es históricamente el principal destinatario de los contratos militares. EE UU exporta a la región el 50,2% de su material militar (17.600 millones de dólares entre 2002 y 2005). Hacia allí fueron 375 tanques, 65 aviones de combate supersónicos, 20 helicópteros y 519 misiles tierra aire. La industria armamentística de EE UU compite en este negocio con la de Rusia, Francia y Reino Unido. Y del lado de los clientes, Asia está empezando a despuntar.
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