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El gobierno de Ferrol anulará la urbanización de Menáncara

Polémico desde su inicio, el proyecto para transformar el corazón de una fraga centenaria en una urbanización de chalés adosados en Menáncara tiene los días contados. El gobierno local de Ferrol, de coalición entre PSdeG e Izquierda Unida, aprobará mañana el inicio de los trámites para anular el acuerdo plenario del 20 de abril que ampara esta controvertida actuación urbanística. El proyecto fue aprobado por la anterior corporación PP-Independientes por Ferrol, contra el criterio de la Xunta pocas semanas antes de los últimos comicios municipales.

La propuesta para revocar el plan de sectorialización de Menáncara (Serantes) se aprobó ayer en la comisión de Urbanismo de Ferrol con los votos a favor de PSdeG, IU y BNG, la abstención del PP, y el voto en contra de Independientes por Ferrol (IF). Su líder y ex teniente de alcalde de la ciudad, Juan Fernández -que se ausentó durante la votación-, figura como propietario de gran parte de los terrenos urbanizables en la zona. Tres meses después de la aprobación de este controvertido proyecto en un pleno, bronco como pocos, el edil de Urbanismo de Ferrol, Ángel Mato, anunció que mañana se aprobará en sesión extraordinaria el inicio del proceso administrativo para la revisión de oficio del acuerdo como paso previo a la modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para preservar ese espacio natural.

Consecuencias judiciales

En la práctica, esto supone dejar sin efecto el acuerdo plenario del 20 de abril que autorizaba la urbanización de la fraga de Menáncara, que pese a su valor ambiental figura en el planeamiento urbanístico como suelo rústico urbanizable. Sin embargo, el concejal socialista admitió ayer que la anulación del acuerdo podría tener consecuencias judiciales, ya que la empresa promotora del proyecto, Bros Noroeste, podría recurrir a los tribunales.

En este caso, Mato señala que las responsabilidades patrimoniales del ayuntamiento serán mucho más limitadas que en la plaza de España, donde el gobierno también inició la anulación del proyecto popular atendiendo a los requerimientos de la Xunta de Galicia. Con esta actuación, el ejecutivo local cumple una promesa electoral y acata las recomendaciones de la Consellería de Medio Ambiente, que advertía del impacto que la urbanización de Menáncara tendría sobre el entorno del río Sardiña.

Para frenar las ambiciones de los constructores y evitar que la historia se repita, el equipo de Irisarri quiere establecer una medida de protección ambiental en la fraga de Serantes y extender esa protección a toda la franja litoral del municipio. El edil de Urbanismo señaló ayer que el gobierno local estudia la posibilidad de imponer medidas adicionales de protección en los 12 kilómetros de costa que bordean Ferrol, reforzando la prohibición de construir en los primeros 500 metros que ya aprobó la Xunta.

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