Un proyecto de difícil realización en Europa
En Europa occidental existen corredores biológicos, pero en ningún caso de una magnitud similar al que pretenden constituir en Australia o al de Yellowstone. El previsible desplazamiento de especies debido al cambio climático, que puede forzar migraciones también en nuestro continente, se prevé más problemático en un área tan influida por el hombre.
España no es una excepción. Las antiguas rutas de la trashumancia podrían considerarse corredores biológicos. Pero tampoco serían suficientes para determinadas especies ante la transformación de los ecosistemas que podría generar el cambio climático. Una especie como el lince ibérico, que está recluida en áreas muy delimitadas de nuestra geografía, necesitaría estos corredores para poder sobrevivir.
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