Rusia interna en un psiquiátrico a una periodista crítica con Putin
El Frente Cívico Unido, el movimiento opositor que lidera el ex campeón mundial de ajedrez Gari Kaspárov, ha enviado sendos mensajes al Defensor del Pueblo, Vladímir Lukín, y a la asesora presidencial para Derechos Humanos, Ela Panfílova, pidiéndoles que intervengan en favor de Larisa Arap, periodista crítica con el régimen que ha sido internada contra su voluntad en un psiquiátrico.
Arap, que había escrito sobre la aplicación de electricidad a niños enfermos mentales, fue detenida el pasado 5 de julio en el policlínico de Severomorsk, adonde había ido a buscar el certificado médico necesario para obtener la licencia de conducir.
Arap, de 48 años, fue llevada al psiquiátrico de Múrmansk, donde la periodista se declaró en huelga de hambre. Las autoridades ni siquiera informaron a sus parientes sobre las causas de su detención, y únicamente hace una semana les comunicaron que Arap había sido hospitalizada.
El pasado 18 de julio, un juez dictaminó que con el fin de "proteger la salud" de Arap era necesario internarla y aplicarle un tratamiento obligatorio. A partir de entonces le han dado en contra de su voluntad medicinas psicotrópicas. Arap declaró entonces una segunda huelga de hambre, que interrumpió el sábado, tras lograr el permiso para hablar telefónicamente con su hija.
Prácticas del KGB
El internamiento de Arap recuerda las prácticas del KGB en la época soviética, cuando encerraban a los disidentes en hospitales y les administraban a la fuerza medicinas psicotrópicas. El caso de Arap no es el único. Oleg Panfílov, director para el Centro del Periodismo en Situaciones de Emergencia, recuerda el caso de Andréi Nóvikov, quien hace ya un año permanece encerrado en un hospital psiquiátrico por sus artículos críticos sobre las acciones de los militares rusos en Chechenia.
"Desgraciadamente, no se puede hacer nada por él", reconoce Oleg Panfílov. El problema es que Andréi Nóvikov escribía para las páginas web de los separatistas, por lo que en consecuencia es considerado un enemigo irreconciliable por el Kremlin. El retorno a las prácticas del KGB soviético no asombra a Panfílov: no en vano los que gobiernan hoy en Rusia vienen de los servicios secretos.
El pecado de Arap es menor en comparación con el de Nóvikov. Ella escribió un artículo titulado Manicomio para una edición especial para Múrmansk del periódico del Frente Cívico Unido, La Marcha de los Disidentes, en el que criticaba las supuestas prácticas utilizadas en el tratamiento de niños enfermos mentales. Pero aunque se trata de una publicación marginal y de escasa tirada, los psiquiatras de Múrmansk no le han perdonado a Arap las acusaciones que lanzó contra ellos, particularmente la de aplicar electrochoques a menores.
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