_
_
_
_
Reportaje:Suministros frágiles

Miles de afectados no saben qué cobrarán

"En estos momentos, todos nuestros asesores se encuentran ocupados. Rogamos esperen unos segundos". En versión catalana y castellana, ésa era la cantinela que escucharon -algunos durante un buen rato, hasta 15 minutos- los miles de perjudicados que ayer empezaron a llamar a Fecsa-Endesa para cursar sus reclamaciones por el apagón que hace una semana afectó a 350.000 abonados en Barcelona.

Largas esperas telefónicas, con canción incluida, antes de contactar con las operadoras
Fecsa no aclara cómo calcula el pago a los clientes, que será en función de las horas de corte
Un total de 200 personas atienden a los afectados del apagón, que cobrarán en breve
El Ayuntamiento pide que se retiren los generadores más ruidosos. Se ha quitado uno
Más información
"Habrá que ver si cobramos"
"Será que piensan pagarnos algo"

Y después, la canción: "Wherever you go, whatever you do, I will be right here waiting for you". El estribillo, del tema Right here waiting (Aquí esperándote), interpretado por Bryan Adams, venía al pelo de la situación por aquello de que al cliente de Fecsa no le quedaba otro remedio que esperar al operador. "Vayas donde vayas, hagas lo que hagas, estaré aquí esperándote", dice la canción del teléfono. Cuando atendía la llamada, la operadora tomaba nota del número de póliza y del número de cuenta corriente. A veces sólo comprobaba el número de póliza y preguntaba por un teléfono de contacto: "Le llamarán uno de estos días de otro departamento y le pedirán los datos, como el número de cuenta corriente". Uno de los dos números ofrecidos por Fecsa para las reclamaciones es un 902 de pago, lo que originó quejas.

La operadora telefónica de Fecsa afirmaba no saber nada sobre cómo se iba a calcular la indemnización, que oscilará entre 60 y 300 euros para los particulares. Fuentes de la compañía tampoco lo precisaron ayer más allá de que la cuantía dependerá del número de horas sin luz y el de personas que viven en la casa.

Algunos usuarios optaron por desplazarse a las oficinas de la compañía en el centro de la ciudad. Allí no sonaba Bryan Adams, pero en las oficinas, tampoco conseguían información más precisa. Después de rellenar unos impresos, los empleados les informaban de que "más adelante" les concretarían la cantidad. Así que los que se desplazaron a las oficinas, salieron sin saber cuánto ni cuándo.

La compañía aseguraba ayer que en el dispositivo de atención a las reclamaciones trabajaban 200 personas y que ya se habían dado las primeras órdenes de transferencias bancarias para compensar por el apagón, con lo que algunos empezarán a cobrar dentro de uno o dos días.

Más complicadas son las reclamaciones de comerciantes y empresas. "Primero hay que presentar la reclamación ante Endesa, esperamos que las compañías aseguradoras hagan de intermediarias, y si la eléctrica y el empresario perjudicado no llegan a un acuerdo, la Junta Arbitral de Consumo de la Generalitat será la que decida", explicó Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Confederación de Comercio.

A las quejas por la enfermedad -el apagón- se suman ahora las quejas por el remedio: los generadores. Repartidos por la ciudad hay hasta 166 de estos grupos electrógenos. Tienen el aspecto de grandes contenedores de tráiler y emiten densas humaredas por la combustión de gasóleo. Isa Jiménez, vecina del Eixample barcelonés, no estuvo afectada por el fiasco eléctrico, pero sí por los generadores. "A nosotros se supone que nos han puesto el generador más silencioso, pero es insoportable. Qué pena me dan los que tienen los más ruidosos". Uno de ésos está ubicado en la calle de Pau Claris. Los vecinos habían convocado una cacerolada para hoy a la que se había sumado el hotel de cinco estrellas Claris. A media mañana, ese grupo electrógeno fue desconectado y la protesta, también.

Otros afectados por el ruido han optado por cambiar de piso momentáneamente y cobijarse en casas de familiares. De acuerdo con las previsiones de la eléctrica, la mitad de los generadores estarán trabajando hasta finales de agosto y los restantes permanecerán hasta febrero -de forma cautelar-, cuando se calcula que la subestación que se quemó esté en marcha. En una reunión mantenida ayer entre responsables municipales y de Fecsa, el consistorio instó a la eléctrica a intentar minimizar las molestias de los grupos electrógenos.

"Que retiren los más ruidosos y los sustituyan por los más nuevos. Entendemos que, salvada la situación de emergencia, ahora hay que procurar causar las menores molestias posibles", apuntó una edil. Los servicios municipales pasaron una lista de generadores "escandalosos" a la eléctrica para que los cambien.

Cola de clientes de Fecsa-Endesa ayer en una de las oficinas de la compañía en Barcelona.
Cola de clientes de Fecsa-Endesa ayer en una de las oficinas de la compañía en Barcelona.EFE

Más control en el futuro

Las compañías eléctricas estarán bajo un control más estricto a partir de ahora en Cataluña y tendrán que mejorar el importe de las indemnizaciones, según un anteproyecto de ley para garantizar el suministro y la calidad energética que el Gobierno catalán quiere introducir en el Parlamento a finales del mes de septiembre.

- Subestaciones. Las compañías deberán contar con una subestación móvil capaz de atender situaciones excepcionales en caso de apagón.

- Obras energéticas.

La Generalitat podrá declararlas de interés general.

- Más información. Las eléctricas tendrán más obligaciones para ofrecer información fiable e inmediata sobre el estado de las redes y las incidencias.

- Indemnizaciones.

Se incrementarán las cantidades de las indemnizaciones que deberán percibir los abonados por las deficiencias del servicio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_