Generosa cosecha de incorporaciones al MNAC
El museo adquiere con patrocinio un retablo gótico de Pere Oller valorado en 140.000 euros
"Un museo que quiere ser vivo debe incorporar nuevas obras a su colección. Lo ideal sería tener una partida presupuestaria dedicada a las adquisiciones, pero mientras debemos apoyarnos en el patrocinio privado, los depósitos y la cesión de obras como pago de impuestos". Lo afirmó Narcís Serra, presidente del patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), en la presentación de un hermoso relieve gótico atribuido al escultor de Girona Pere Oller (1395-1444), que se ha podido incorporar al museo gracias al patrocinio de la inmobiliaria Sacyr Vallehermoso, que se incorpora al patronato del centro.
La obra, adquirida en la Galería Bernat de Barcelona por 140.000 euros, es un fragmento de predela de alabastro, fechado alrededor de 1415, que contribuye a llenar las lagunas de la colección de esculturas del MNAC en la etapa del denominado gótico internacional. "Esta obra contribuye a corregir el desequilibrio con la pintura de este periodo, que está mucho mejor representada en los fondos del museo", señaló el recién nombrado jefe del departamento de obras góticas, Rafael Cornudella.
La obra es un fragmento de alabastro que se expondrá a partir de septiembre
La pieza, que se expondrá en público a partir de septiembre, representa dos hombres ataviados con ropajes eclesiásticos y presenta varias similitudes con el retablo mayor de la catedral de Vic, considerado la obra maestra de Oller. "Se trata de una pieza muy bien conservada, relacionada con un relieve que actualmente se encuentra a la intemperie, incrustado en una casa de Girona y que debería ser protegido", advirtió Rosa Manote, conservadora de escultura gótica del museo.
Con esta adquisición, el MNAC cierra una temporada especialmente prolífica por lo que concierne el enriquecimiento de la colección. "Ya no se trata de un hecho puntual, sino de una estrategia dirigida a enriquecer la colección del museo, llenando agujeros y ampliando representaciones", afirmó Serra, sin ocultar su satisfacción al enumerar las nuevas incorporaciones, empezando por Muchachas entrelazadas, una escultura en corcho y madera policromada de Ángel Ferrant especialmente representativa de la vertiente más experimental del artista madrileño, que se adquirió en noviembre pasado en una subasta de Christie's por 78.000 euros, íntegramente financiados por el Departamento de Cultura de la Generalitat.
Anteriormente se habían incorporado cuatro muebles de Jujol -un archivador para partituras, una mesa, una silla y un tintero de bronce, todos de 1919- como pago de impuestos de sucesión por parte del sobrino-nieto de Pere Mañac, que fue marchante de Picasso. Por dación, es decir, por pago de impuestos, en febrero llegó también el primer Picasso del museo, un retrato de 1927 de Marie-Thérèse Walter o, según afirman algunos expertos encabezados por Victoria Combalía, de Dora Maar. La pintura, titulada Mujer con sombrero y cuello de piel, fue cedida al museo por el Estado, que la compró por cinco millones de euros, pagados por la empresa Abertis, en concepto de pago del Impuesto de Sociedades. La adquisición se integró con un extraordinario depósito de ocho óleos de Picasso que Catherine Hutin, hija de Jacqueline, la última mujer del artista malagueño, dejó al museo para un periodo prorrogable de un año.
Hace unos meses, con motivo del 75º aniversario de la muerte de Santiago Rusiñol, la familia del artista dejó en depósito por tiempo indefinido un jardín que el artista estaba pintando cuando falleció y donó todos los documentos de su archivo. La lista de incorporaciones se completa con unas fotografías de principio del siglo XX de Pere Casas Abarca y J. Pedrosa, una pintura de Torres Armengol (siglo XIX) y unas monedas para el Gabinete de Numismática, que aún no han sido exhibidas.
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