Quiero volver a España

El Estado español financió mis estudios desde que empecé a ir al colegio cuando tenía cinco años hasta que terminé la universidad cuando tenía 23 años: 18 años de enseñanza pública pagados casi íntegramente con los impuestos de todos los españoles.

En 2005, tras terminar la universidad obtuve una beca para realizar una tesis doctoral en un organismo público de investigación de la Comunidad de Madrid. Cobraba 900 euros al mes y no cotizaba a la Seguridad Social porque era becaria. Tras año y medio literalmente luchando por hacerme un hueco en la investigación, cobrando una miseria y con muy pocos recursos para transporte, laboratorio e instrumental necesario, decidí renunciar a la beca, dejando la tesis sin terminar. Con una gran frustración en los ámbitos personal y profesional, decidí emigrar al Reino Unido, donde sabía que las condiciones son mucho mejores en materia de investigación. Ahora trabajo como investigadora en un centro adscrito a la universidad, gano más del doble que en España (por supuesto, cotizando a la Seguridad Social) y con todas las facilidades de transporte e instrumental necesarias para desarrollar mis estudios. Pago todas mis tasas, que no son pocas, en el Reino Unido, por lo que no estoy devolviendo al Estado español el dinero que se invirtió en los 18 años de mi educación pública.

Y ahora el nuevo Plan Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica, a través del programa Severo Ochoa, pretende incorporar científicos de otros países en los centros de investigación españoles. Habiendo conocido el nivel económico y profesional en el Reino Unido, dudo mucho de que España les pueda ofrecer las mismas condiciones profesionales y económicas que los investigadores europeos tenemos.

Lo que se debería hacer es evitar que los jóvenes investigadores nos tengamos que ir a otros países: yo quiero volver a España para desarrollar mi tarea investigadora, ¿qué necesidad hay de atraer investigadores extranjeros cuando los propios se tienen que ir? ¿No sería mejor dotar con más dinero a los investigadores españoles para que asistan a congresos en EE UU y Europa, organizar estancias en centros extranjeros donde los españoles podamos aprender nuevas técnicas y volver luego a España a trabajar.