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Una ciudad averiada

Cacerolada junto a la central del paseo de Maragall

Varios centenares de vecinos se concentraron anoche en la intersección del paseo de Maragall con la calle de Sant Antoni Maria Claret, cerca de la subestación que se incendió el pasado lunes. Los concentrados se fueron congregando frente a los generadores instalados en la calle por Fecsa. Los vecinos protestaron con cacerolas, bocinas, pitos y petardos. Siguen sin luz, aunque algunos tienen electricidad durante unas pocas horas al día. "Nos tratan peor que en el tercer mundo", afirmó Carmen Castillo. Varias dotaciones de Mossos vigilaban a los concentrados. Las protestas se extendieron por otros barrios afectados, como Sant Andreu.

Pasadas las 22.00 horas, los concentrados cortaron el tráfico en Antoni Maria Claret. Algunos de los concentrados llevaban un cartel: "¿Dónde está Pizarro? ¿En América o en Madrid?", en alusión al presidente de Endesa. "Me tratan peor que a un súbdito", se lamentó Jordi Gómez. "Que venga el alcalde", dijo otro de los vecinos. Ayer, muchos intentaban conseguir un pequeño generador. Estaban buscadísimos. Un geriátrico lo fue a buscar a Lleida.

En los juzgados de familia se rellenaban los expedientes a la luz de linternas y tuvieron que suspenderse una veintena de juicios. Tampoco podían cargarse las agendas electrónicas que se emplean para las citaciones. El gerente, Francisco García, consiguió por la tarde un generador para asegurar hoy el trabajo en estos juzgados. El esperpento llegó cuando Fecsa-Endesa vio la máquina y le pidió emplearla. No lo aceptó. El generador era para los juzgados.

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