La caída de un cable eléctrico genera el colapso del suministro
Fecsa-Endesa se declara víctima del apagón y el Gobierno catalán critica el déficit de inversión en las infraestructuras
Red Eléctrica Española (REE) y Fecsa-Endesa discrepan de lo ocurrido ayer en Barcelona entre las 10.53 horas -cuando un cable de 110 kilovoltios (considerado ayer de alta tensión, aunque esta potencia se califica como media tensión por distintos técnicos) cayó sobre la subestación de Collblanc- y unos minutos después, cuando buena parte de Barcelona se quedó sin electricidad. No se sabe por qué saltó el cable, aunque ayer estaba prácticamente descartada la posibilidad de que el incidente pudiera deberse a un sabotaje.
Red Eléctrica admite que la red ha quedado "tocada" después de otros incidentes
Red Eléctrica, la empresa de participación pública responsable de la gestión de las redes eléctricas y propietaria de la red de alta tensión, se apresuró a recalcar que el incidente no se había debido en ningún caso a falta de inversión o mantenimiento, aunque admitió que la infraestructura se encontraba es una situación "comprometida" tras otras averías recientes.
La compañía atribuyó el origen del apagón en cadena a la caída del cable de distribución de 110 kilovoltios en la central de Collblanc, lo que, de forma velada implica compartir la responsabilidad del grave apagón con la distribuidora Fecsa-Endesa, ya que dicho cable es propiedad de la primera eléctrica española. Endesa no tardó en replicar: "El motivo del apagón es que la red de alta tensión de Red Eléctrica se desconecta, la caída del cable es circunstancial", explicaron fuentes de la compañía.
Según estas fuentes, el incidente se habría evitado o quedado reducido a la mínima expresión si, tras la caída del cable, "hubiesen funcionado las protecciones
[el mecanismo que aísla la parte perjudicada de la red para que el resto no se vea afectada]; las de Fecsa sí que funcionaron", explicaron las mismas fuentes. Pero la red cayó estación por estación y la de Maragall, además, ardió durante horas.
"Fecsa-Endesa es víctima de la avería, y hasta que Red Eléctrica no solucione el desaguisado que tiene, no podremos restablecer el suministro de los clientes", incidieron desde la eléctrica. No obstante, en una comparecencia pública los responsables de ambas compañías evitaron mostrar sus discrepancias.
De momento, el Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona han abierto expediente informativo para averiguar el origen de lo ocurrido. "Vamos a abrir un expediente para saber qué ha pasado. Los ciudadanos deben saber que vamos a exigir responsabilidades a quien sea que haya causado este daño tan grave", dijo ayer la segunda teniente de alcalde del consistorio. Imma Mayol. El delegado de REE en Cataluña, Lluís Pinós, aseguró que la empresa lleva a cabo inspecciones de su red "diariamente", aunque admitió que dos incidentes recientes han dejado la infraestructura "tocada".
Pinós recordó que unas obras en un solar de la calle de París, en Barcelona, afectaron durante varios días a un cable de alta tensión, aunque no se vio interrumpido el suministro, mientras que hace algo más de una semana otros trabajos de una obra civil dañaron otras líneas.
"No hay una relación causa-efecto entre esos incidentes y este apagón, pero ha podido agravar la situación; sólo quiero manifestar que llueve sobre mojado", apuntó Pinós, que después insistió en que "la red ha quedado débil".
El delegado de REE en Cataluña consideró que las obras deberían llevarse a cabo con más cuidado para evitar dañar los cables eléctricos, si bien los motivos del apagón de ayer no tienen nada que ver con obras públicas o puntas de demanda.
El consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, de cuyo departamento depende Energía, explicó ayer que las empresas suministradoras han hecho "un esfuerzo inversor en los últimos años", pese a lo cual "es evidente que la red tiene un déficit de inversión en infraestructura", informa Serafí del Arco.
Red Eléctrica, como Endesa, ha comprometido inversiones en los últimos años. Ambas compañías llegaron a un acuerdo en 2003 con el entonces Gobierno de CiU para invertir 1.700 millones hasta 2007 con el fin de reforzar la red de transporte y distribución. De éstos, 500 correspondían a REE, que aceleró así la ejecución de su llamado Plan Corona. El acuerdo llegó después de que en diciembre de 2001, en plena ola de frío, un apagón dejó a buena parte de Cataluña sin electricidad, aquella vez por la punta de demanda.
Respecto a por qué un apagón de esta magnitud, con la caída de un cable de media tensión como origen, tiene lugar después de un plan de inversiones que precisamente buscaba evitar estos incidentes, Pinós sólo pudo contestar con ironía que puede deberse "al azar".
Sin ironía alguna, el diputado de CiU Oriol Pujol criticó la gestión del presidente de la Generalitat, José Montilla, quien fue ministro de Industria, y del actual responsable de esta cartera, Joan Clos. "¿De qué nos sirve tener ministros de Industria catalanes como Clos y Montilla?", cuestionó Oriol Pujol, para quien ambos, además de no garantizar la calidad, "no garantizan ni siquiera el servicio".
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