Cuatro CAP de Barcelona tendrán urgencias 24 horas para aligerar las de los hospitales

Barcelona afronta la reorganización de las urgencias en los centros de atención primaria (CAP). El nuevo mapa incorporará cuatro centros para atender los casos de urgencias de atención primaria, aquella que no precisa hospitalización, y estarán abiertos las 24 horas. La medida pretende paliar el colapso de las urgencias de los hospitales, que atienden entre el 60% y el 65 % de casos que pueden ser resueltos en los CAP. Los cuatro centros tendrán servicios de radiología y de analíticas y convivirán con la atención continuada que dan algunos CAP.

Salud intenta desde hace tiempo que los ciudadanos confíen también en los centros de atención primaria para determinadas emergencias menores. Los CUAP (Centro de Urgencias de Atención Primaria) pueden contribuir a aligerar la carga de trabajo en los grandes hospitales.

"La creación de los nuevos centros puede ocasionar que algunos de los antiguos dispositivos de atención continuada se cierren, aunque no está previsto a corto plazo", explica Pere Subirana, director de urgencias y de atención continuada del ámbito de Barcelona del Instituto Catalán de la Salud (ICS). En la práctica eso significa que el Departamento de Salud se plantea, por ejemplo, dejar el CAP de Numància abierto sólo hasta las doce de la noche -ahora abre toda la noche-. Subirana asegura que no es una decisión firme, pero ofrece una explicación: "Si funciona el nuevo CUAP de Manso y el hospital del Sagrado Corazón y la clínica Platón entran a formar parte de este mapa de urgencias, en una misma zona tendemos concentrados tres servicios muy potentes". El ICS ha estudiado durante 2006 la frecuencia de las visitas en el centro de Numància. El informe señala que la demanda de atención continuada se centra en unas horas del día: desde las seis de la tarde a las once de la noche se realizan el 80% de las visitas.

El centro de Manso será el primer CUAP que se pondrá en funcionamiento en Barcelona este otoño. Los otros tres -ubicados en Sant Martí, Sant Andreu y Nou Barris- tendrán que esperar como mínimo un año para abrir sus puertas.

El actual servicio de atención continuada de Barcelona está organizado en dispositivos dentro de algunos CAP, que prestan servicios durante los festivos y por la noche. La forma de funcionar se diseñó en 1994 y muchos de ellos no cuentan con los medios necesarios para atender urgencias. Si el caso es grave, lo derivan directamente al centro hospitalario más cercano.

Los nuevos centros serán, según Subirana, espacios más grandes, de entre 350 y 500 metros cuadrados, con equipos técnicos y más personal. "Queremos que sean verdaderos centros de referencia. La previsión es que puedan asumir unas 200 visitas de urgencias diarias", dice. "El objetivo es vaciar de urgencias innecesarias los hospitales". En los puntos más periféricos de la ciudad o de difícil acceso, el centro de atención continuada seguirá abierto toda la noche. "Estamos haciendo centros más grandes y, por lo tanto, necesitamos más plantilla. Se tendrán que dedicar más horas de profesionales a prestar atención urgente y continuada", afirma Subirana.

Estas reformas coinciden con la aplicación inminente del nuevo horario. El ICS quiere que los CAP abran a las ocho de la mañana y cierren a las nueve de la noche durante toda la semana -una hora más tarde lo habitual-. Ahora el cierre de los ambulatorios es variable según la zona en que estén ubicados.