"La copla es una miniópera"
Con 66 años y tres hijos, es un loco del fútbol -un merengón de cuidado- y la fórmula 1, y le gusta nadar, jugar al pádel y reunirse con sus hijos. De vez en cuando hace una paella, aunque se guarda las espaldas comprando también chuletas. Dice que le conmueve su último nieto, el séptimo, y también un atardecer o un cielo estrellado
Pregunta. ¿Se encuentra profeta en su tierra?
Respuesta. La verdad es que sí. Y saber que en tu tierra te quieren es fabuloso.
P. Está dirigiendo Madama Butterfly. ¿Conoce alguna así?
R. Seguramente chicas que se han dejado llevar de un engaño las hay por millones.
P. ¿Los hombres siempre nos la dan con queso?
R. No es eso. Pueden ser mujeres las encargadas de engañar a otras mujeres, aunque en este caso no sea así.
P. ¿Usted se suicidaría por amor?
R. Yo no creo en el suicidio. Soy un optimista, y siempre pienso que algo puede surgir.
P. He leído que tiene un carisma irresistible. ¿Por dónde se lo encuentra?
R. Yo creo que soy una persona que intenta que haya alegría en todas partes adonde voy. Para mí es indispensable un buen clima en todo trabajo.
P. Más de 120 personajes de ópera. ¿A cuál se parece más?
R. El sufrimiento en el escenario es maravilloso, aunque no en la vida real. Don Álvaro, de La forza del destino, o Loris Ipanov, de Fedora, son personajes que sufren muchísimo.
P. Usted no sólo sufre, sino que llora como un poseso.
R. Sí. La música tiene tanta fuerza dramática y los momentos en escena son tan reales que los sientes. Yo lloro como intérprete, cuando estoy dirigiendo y, sobre todo, cuando estoy como público, porque entonces es el goce total.
P. Para esto de la ópera, ¿Italia o Alemania?
R. Me gusta muchísimo el repertorio alemán, pero el mismo Mozart, siendo austríaco, hizo sus mejores óperas en italiano: Don Giovanni, Le nozze di Figaro y Così fan tutte.
R. Si te dan el nombre de divo, es mucho más importante la responsabilidad, la seriedad, la dedicación. El capricho para mí no es divismo.
P. Va a grabar un disco de copla. ¿Tirará hacia Piquer o hacia Jurado?
R. Yo no puedo compararme con ninguna de esas extraordinarias intérpretes, ni con Molina. Lo voy a hacer a mi manera, con el sentimiento mío.
P. Ya que le gusta padecer: ¿Se sufre más con el tango, con la ranchera o con la copla?
R. La copla es una miniópera. Vamos a llamar al tango, al fado, a la ranchera y a la copla minióperas. Porque tienes la ocasión de sufrir en dos o tres minutos una historia que en la ópera dura tres horas.
P. ¿Es un buen director de orquesta?
R. Yo creo que sí. Hay que preguntárselo a los músicos.
P. Ahora piensa jugar un partido de fútbol con la orquesta. ¿Están en la edad?
R. La orquesta, sí; yo, no. Por eso les he dicho que, como en los amistosos: juegas cinco minutos, sales, descansas diez...
P. O sea, que va al campo de rey del mambo.
R. Claro, hombre. No es un partido serio, donde tenemos árbitros y sólo puede haber tres reservas. No, no.
P. ¿Cuál es el mayor gol que ha metido en su vida?
R. En fútbol, un gol de volea, como a 18 metros. Se siente algo como cantar una ópera, se lo juro. Estábamos en Salzburgo y jugábamos personalidades de la ópera y directores de orquesta contra personalidades de la televisión y el cine. Fue muy divertido.
P. ¿Y fuera del campo?
R. La música. Mis padres me dieron la doble vida: la física, y la de la música, que es maravillosa.
P. Se casó a los 16 años. ¿De penalti?
R. No, no fue de penalti. Todavía no me lo explico. Mis padres estaban en España de tournée, y me empecé a sentir mayor. Era mi primera experiencia como hombre.
P. ¿Qué le cantó Aznar para que cayera usted en sus brazos?
R. Yo no he caído en los brazos de Aznar. Nunca. Aznar tuvo ocho años de Gobierno en los que España surgió de una manera extraordinaria. Y yo soy un español, español de verdad. Y aquél que haga las cosas bien tiene mi admiración.
P. ¿Sigue pensando en quitarle la merienda a Gallardón?
R. No, no [ríe]. Eso fue muy divertido. Le juro que soy un entusiasta de mi ciudad, de Madrid, y en el 82, estando Tierno Galván, hice un concierto en la Complutense con 350.000 personas, y me decían: qué fuerza para congregar gente. ¿Te gustaría ser alcalde de Madrid? Y contesté: Pues fíjate que sí, si no tuviera la carrera que tengo.
P. Actuó en los aniversarios de Raniero de Mónaco y del Rey, y en la toma de posesión de Mitterrand. ¿Se vendría a mi próximo cumple?
R. Si estoy libre, claro que sí.
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