Cuántos somos

Pregunté hace poco a un demógrafo que tenía cerca cuál era la población española, pensando que él me daría una cifra en seguida y esto me evitaría consultar la página web del INE. Pero, como quedándose conmigo, me preguntó: ¿te refieres a la población residente en España o a los españoles? A la residente, le dije, esperando una cifra. Pero siguió preguntando: ¿a qué fecha?..., ¿quieres la población oficial (legal) del padrón?..., ¿la estimación actual a partir del último censo?..., ¿la proyectada a partir del último censo hasta 2060? Menos mal que era un amigo, si no acabamos mal. Después de un buen rato, estábamos los dos consultando la web del INE, pues no se atrevía a darme una cifra de memoria, dado que periódicamente se producen revisiones, no fuera que la última que él recordaba ya hubiera cambiado. No quisiera que esta jocosa introducción se entendiera como una crítica al INE, al contrario, cuando me he acercado al tema, me he dado cuenta de la tarea tan compleja que es hacer las estadísticas demográficas.

A 1 de enero pasado había 45,1 millones de residentes, 5,26 millones más que en 1998

Muy brevemente, podemos decir que las dos operaciones estadísticas principales existentes para conocer la población y sus características son los censos y los padrones. El primero es un conteo exhaustivo de la población y se hace cada diez años (el último es de 2001). El problema es que la exhaustividad no es tal y hay un pequeño porcentaje de la población que se escapa, por lo que esta puede resultar ligeramente infraestimada. Otro problema es su larga periodicidad, por lo que es necesario hacer estimaciones intercensales para tener cifras de población año a año. A partir del último censo, el INE hace las llamadas Estimaciones de la Población Actual (ePOBa o Now-Casts en terminología inglesa), que serán revisadas una vez se disponga de las cifras del siguiente censo (lo que obliga a revisar todas las estadísticas ligadas a las cifras de población, como la EPA). Estas estimaciones eran hasta ahora de uso interno del INE, pero van a ser publicadas pronto, junto a la metodología empleada, y proporcionarán datos a 1 de enero y 1 de julio de cada año.

Desde 1998 se dispone del Padrón Continuo (antes se hacía cada cinco años), supervisado y coordinado por el INE, que permite tener cifras a 1 de enero de cada año y que, una vez aprobadas por el Gobierno mediante decreto, pasan a ser las oficiales a efectos legales. Teóricamente parece el medio perfecto para conocer la población y su asentamiento en el territorio, aunque en la práctica presenta muchos problemas y muy difíciles de resolver, derivados fundamentalmente de que las altas son instantáneas pero las bajas no tanto (a los ayuntamientos les interesa engordar las cifras), por lo que tiende a sobreestimar la población. Así, entre el último censo y el padrón de 2002 existía una diferencia de casi un millón de personas para el total nacional. Dado que las ePOBa parten del Censo, esto explica las diferencias entre estas estimaciones y las cifras de los padrones, a pesar de que las variaciones anuales de ambas estadísticas no difieren excesivamente (gráfico izquierdo).

¿Cuántos somos? Según el padrón, a 1 de enero, 45,1 millones de personas tenían la condición de residentes en España, 5,26 millones más que en 1998. Poco más de la cuarta parte de este aumento corresponde a los españoles y el resto, a extranjeros (gráfico central). Cabe destacar el fuerte crecimiento de la población en España comparado con el de la UE (gráfico derecho), que ha hecho aumentar el peso demográfico español del 8,3% en 2000 al 8,9% en 2006.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).