Perspectiva negativa

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos confirmó ayer los peores temores de los inversores respecto de la evolución de la economía de aquel país. Tras rebajar las perspectivas de crecimiento para este año y el próximo por la ralentización del sector inmobiliario, añadió que la inflación es la principal preocupación, es decir, que además puede haber subida de tipos.

La respuesta de los mercados de valores europeos fue inmediata, con caídas que en general superaron el 1% y que, en el caso español, forzaron el abandono de las ganancias para cerrar con un recorte del 0,63% en el Ibex 35, que queda en 15.058,60 puntos.

Los indicadores económicos publicados ayer, también en Estados Unidos, venían a dar la razón al presidente de la Fed, ya que el IPC de junio subió al 2,7% y la construcción de viviendas caía el 19,4% en tasa interanual.

En la Bolsa española, el cambio de ambiente se vivió con cierta resignación, ya que en las últimas sesiones se había fiado todo a lo que sucediera en Nueva York. Lo que había comenzado como una sesión con rumbo incierto se convirtió en un aviso de lo mal que se pueden poner las cosas. Los analistas aludieron a la solidez de la resistencia de los 15.150 puntos, que ayer se superaba durante buena parte de la sesión, para referirse a la relativa consistencia de los soportes de los 15.000 y 14.950 puntos, cuya ruptura puede llevar con facilidad al Ibex 35 hasta los 14.600 puntos, zona que ya se ha visitado recientemente y que ha demostrado una gran capacidad para hacer rebotar los precios.

El encarecimiento del precio del petróleo confirmaba los peores pronósticos y sólo la rentabilidad de los bonos, nuevamente a la baja, ponía una nota discordante en un panorama negativo.

La contratación en el mercado continuo descendió hasta los 5.794,38 millones de euros.