Zapatero y Calderón trazan un plan de acción para una "nueva etapa"
El presidente se presenta en México como "un jurista reformador"
Los presidentes de México y España pusieron ayer el acento en el resultado más concreto de la visita que José Luís Rodríguez Zapatero gira a la potencia latinoamericana: la firma de un nuevo instrumento estratégico, elaborado como un "plan de acción", que aporta algunas novedades al entramado institucional de unas relaciones consideradas por ambas partes muy satisfactorias.
El líder mexicano, Felipe Calderón, dijo que el plan "abre una nueva etapa", mientras que Zapatero aseguró que "México es fundamental para España".
El plan, que actualiza otro elaborado en 2001 por José María Aznar y Vicente Fox, tiene la forma de una Declaración para Profundizar la Asociación Estratégica entre México y España. Con respecto a su precedente, pone relativamente menos énfasis en la cooperación antiterrorista, al tiempo que hereda muchas de las declaraciones de intenciones y enumeraciones de objetivos, no siempre acompañados de iniciativas suficientemente concretas para llevarlos a la práctica.
La nueva declaración prevé la continuidad de todo el sistema de contactos -anuales a nivel de presidentes o frecuentes en el caso de los ministros de Exteriores y otros altos funcionarios- y subraya la coincidencia de puntos de vista sobre la necesidad del multilateralismo, del marco de Naciones Unidas, de la defensa de los derechos humanos y de la Alianza de Civilizaciones, que las dos partes apoyan como "el instrumento adecuado" para luchar contra los extremismos.
Lo último es, lógicamente, una de las novedades del documento, ya que al menos uno de los firmantes del anterior es hipercrítico con esta iniciativa.
Pero, por encima de las adaptaciones a la idiosincrasia de cada Gobierno, la nueva declaración refleja la continuidad lógica en el modo de afrontar las grandes cuestiones de unas relaciones importantes. Esto es claro en el caso de la cooperación antiterrorista, donde, al margen de cualquier otra polémica, se reitera la voluntad de intensificar la colaboración policial y judicial, incluidos los temas financiación o las extradiciones, que han planteado problemas a la justicia mexicana. No obstante, en el último lustro se concedieron seis y otros casos se han resuelto mediante entregas administrativas, de forma que hoy no hay ningún español en México reclamado por la justicia como terrorista.
Agregaduría de Seguridad
La única novedad concreta en materia de cooperación antiterrorista es la decisión de abrir una Agregaduría de Seguridad en la Embajada de España en México.
La creación de un Foro de Diálogo entre los dos países, para poner en contacto a las respectivas sociedades civiles, como se hace con EE UU, Reino Unido o China, es otro elemento nuevo del documento, que también prevé la creación de un grupo de trabajo para los problemas migratorios y la elaboración de un Plan Integral de Desarrollo de Mercado, similar a los que Comercio ha puesto en marcha con varios países de Asia.
La economía (donde la construcción de infraestructuras y el turismo destacan como ejes de la cooperación futura), la ayuda al desarrollo, la cultura (donde la promoción del español convivirá con la de otras lenguas indígenas) y la defensa del medio ambiente son otros campos que se abren a unas relaciones consideradas, en todo caso, por ambas partes como muy satisfactorias.
Los dos líderes lo han repetido hasta la saciedad en las 48 horas que llevan juntos. Zapatero ha agradecido especialmente la colaboración en la lucha contra ETA y Calderón ha valorado la ayuda que España en esta materia.
De cara al futuro, el presidente español marcó como prioridad la lucha contra el hambre y la extensión de la democracia. Por la tarde, al recibir el premio Isidro Fabela por "destacar en la defensa de los derechos, la igualdad y la justicia entre los pueblos y estados", se presentó en la Universidad Autónoma de México como "un jurista" procedente de "una familia de juristas", que cree en la función "conservadora" del Estado de Derecho, pero también en su función "reformista", a la que atribuyó leyes promovidas por su Gobierno como la igualdad de género o la de dependencia.
"Si tuviera que definir en pocas palabras la España a la que aspiro, la España por la que merece la pena trabajar día a día, diría que es la España de los ciudadanos, la España de los españoles con derechos, de los españoles libres que se autogobiernan", añadió.
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