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Los cadáveres y las ruinas se amontonan en la Mezquita Roja

Islamabad admite que el asalto causó 83 muertos; otras fuentes elevan la cifra a 286

Tras dos días de intensa lucha, el Ejército paquistaní anunció ayer el control absoluto de la Mezquita Roja de Islamabad, convertido desde hace meses en el epicentro del extremismo religioso. Los combates han terminado, pero los interrogantes permanecen. El más importante, el número de víctimas. Un portavoz del Ejército paquistaní aseguró que en la batalla habían muerto 10 soldados y 73 extremistas. En cambio, "una fuente de los servicios de inteligencia paquistaníes" informó a la agencia Efe que al menos 286 cadáveres han sido retirados de la mezquita.

"La primera fase ha terminado", dijo un portavoz militar, quien aclaró que la segunda fase consiste en inspeccionar las instalaciones en busca de bombas-trampa. Según las autoridades paquistaníes los combates han llegado a su fin, pese a que ayer mismo el número dos de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, difundió un vídeo en el que redobla sus llamamientos a la yihad y, dirigiéndose a los ciudadanos paquistaníes señala con furia al régimen: "Musharraf y sus perros de presa han atacado vuestro honor en un sucio servicio a los cruzados y los judíos". El vídeo en el que Zawahiri se refiere a hechos recién sucedidos no ha sido aún autentificado, pero los expertos consideran probable su autenticidad.

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La fuente de los servicios de inteligencia paquistaníes que cita la agencia Efe sin revelar su identidad asegura que el Gobierno pretende ocultar las cifras reales de muertos en los combates en la Mezquita Roja. Según esta versión, 286 cadáveres han sido trasladados desde la mezquita a un almacén frigorífico privado a unos 20 kilómetros de distancia mientras cientos de trabajadores cavaban supuestamente una gran fosa para enterrarlos antes del alba.

El Ejército situó en cambio la cifra total de víctimas en 83, si bien su portavoz, Waheed Arshad, admitió que el balance definitivo sólo podría hacerse una vez completada la fase de "peinado y limpieza del compleja", todavía inacabada. El portavoz militar subrayó que no se habían encontrado cuerpos de mujeres o niños.

Uno de los muertos identificados es el cabecilla de la revuelta, el clérigo Abdul Rashid Ghazi, cuyo cadáver fue trasladado ayer en helicóptero a su pueblo natal, en Baluchistan, en el centro del país. El fallecido líder islamista había pedido ser enterrado si moría en la misma mezquita, pero el Gobierno ha rechazado esta posibilidad, reclamada por sus hermanas. En principio, su entierro está previsto para hoy.

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Nueve de los soldados muertos durante los combates fueron enterrados ayer. En los funerales asistió el presidente, Pervez Musharraf, que luego visitó a los heridos en un hospital militar, según la agencia estatal paquistaní APP.

La intervención militar ha provocado protestas en numerosas ciudades paquistaníes, especialmente en Karachi y Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán, donde el islamismo radical tiene mucho apoyo e incluso conexiones con los talibanes, que están ganando de nuevo terreno en Afganistán. Centenares de manifestantes airados salieron a la calle. El Gobierno de Musharraf ha enviado miles de soldados para reforzar la seguridad en la frontera con Afganistán y tratar de abortar posibles nuevos focos de violencia.

ASSOCIATED PRESS

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