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ROCK

40 años de actitud

Diego A. Manrique

De Argentina, es admirable la veneración por su música autóctona: tango, folclor y, atención, rock nacional. Ahora conmemoran sus 40 años, contados a partir de La balsa, de Los Gatos, publicado en julio de 1967. Había precedentes de rock con actitud -Rebelde, de Los Beatniks, data de 1966-, pero

La balsa captó el espíritu protojipi de unos jóvenes oprimidos por un régimen autoritario.

En el origen está Tanguito, un freak que componía. Le mostró a Litto Nebbia, cantante de Los Gatos, el inicio de una letra brutal: "Estoy muy solo y triste en este mundo de mierda". Coincidieron en La Perla, un bar abierto las 24 horas. No se permitía tocar la guitarra; Tanguito y Nebbia se encerraron en los baños y pulieron aquella ocurrencia: "Estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado / tengo una idea, es la de irme al lugar que yo más quiera / construiré una balsa y me iré a naufragar". Dicen que Tanguito fue el Syd Barrett porteño. Pero murió de forma sórdida en 1972 y fue celebrado por Tango feroz, película que retorcía bastante la realidad.

En La Perla hay una placa recordando que allí se creó La balsa. Ese local acumula méritos más ambiguos para figurar en la historia. Allí, también en 1967, nació el JAEN (Juventudes Argentinas por la Emancipación Nacional), peronistas cristianos o falangistas que se sumarían a los Montoneros, aquellos valientes descerebrados que declararon la guerra al Ejército -lean la aterradora entrevista de García Márquez con el líder montonero, Firmenich- y fueron masacrados. En el Frente Cultural de JAEN militaban Emilio del Guercio y Spinetta, luego fundadores de Almendra. Los jaenes se tomaban la revolución en serio. Enjuiciaron a Spinetta por drogota: "Un tipo que hoy fuma un porro, mañana te vende por un porro". Spinetta encendió uno y se fue antes de que le expulsaran. Ese desencuentro le salvó la vida:

casi todos los jaenes cayeron en combate. El rock argentino sufriría las miserias cotidianas

de la dictadura de Videla, pero no fue diezmado por la represión.

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