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Los juegos infantiles tradicionales reducen la obesidad y desarrollan la autoestima

El 'estudio de Cuenca' muestra que la actividad física divertida ayuda a mejorar las notas

Los niños españoles de 7 a 11 años son los más obesos de Europa y comparten la primera posición en el mundo junto con los de EE UU. Un estudio realizado por investigadores del Centro de Estudios Sociosanitarios (CESS) de la Universidad de Castilla-La Mancha revela que un programa de actividad física con juegos tradicionales reduce la obesidad infantil y mejora el perfil lipídico. Del trabajo también se desprende que el juego aumenta la autoestima y el rendimiento académico.

En el programa, Evidencia científica en la prevención del sobrepeso en escolares: estudio de Cuenca, han participado más de 1.000 niños de 4º y 5º de Educación Primaria, de 9 a 11 años, pertenecientes a 20 colegios públicos, donde se establecieron dos grupos, uno control y otro de intervención. A todos los alumnos se les midió las mismas variables: porcentaje de sobrepeso y obesidad, grosor del pliegue cutáneo tricipital (la zona del tríceps es un buen indicador de la grasa subcutánea), porcentaje de grasa corporal, analítica y gasto energético. También se les hizo una prueba respiratoria. El estudio se ofreció como una actividad extraescolar más del colegio y se desarrolló durante dos años (2004-2006).

Los divertimentos que implican ejercicio físico ayudan a cambiar la grasa por músculo

Los resultados revelan que en el grupo de intervención disminuyó la obesidad (del 33,16% al 27,08%), el pliegue cutáneo tricipital (del 17,41 a 16,83 milimetros) y el porcentaje de grasa corporal (del 24,29% al 23,99%). Asimismo, se redujo la APO B, una proteína relacionada con el colesterol malo, y aumentó la APO A, una proteína relacionada con el colesterol bueno. Los niños más delgados aumentaron el pliegue cutáneo mientras que disminuyó en los más obesos. Las cifras de grasa corporal se redujeron ligeramente en los más obesos y aumentaron en los más flacos.

"De las aproximadamente 1.000 calorías que gasta un niño al día sólo se puede influir en el 10% del gasto energético. Este estudio ha demostrado que el grupo de intervención gastó 300 kilocalorías más que el grupo control pero no disminuyó significativamente el peso. Lo que ha sucedido es cambiar grasa por músculo, situación que ocurre siempre que se realiza ejercicio físico", apunta Vicente Martínez Vizcaíno, director del CESS y responsable del proyecto.

Según explica Mairena Sánchez López, responsable del diseño y coordinación del programa de actividad física, "cuando nos planteamos el programa lo primero que dedujimos es que lo único que quieren los niños a esas edades es jugar. Así que pensamos en qué tipo de juegos y de qué manera podrían participar todos los escolares, con independencia de su nivel de habilidad, o forma física. Y, introdujimos el ejercicio físico como una actividad extraescolar divertida, con juegos tradicionales atractivos, como el típico juego de carrera de sacos, zancos, paracaídas, o pelotas de colores gigantes. Estas actividades se realizaban durante hora y media, tres veces a la semana".

Para mantenerlos motivados durante los dos cursos, los investigadores idearon un plan de adherencia trimestral en el que se les daba un premio (una camiseta, una gorra o un cuaderno) a los que superaran el 70% de asistencia. También se realizaban juegos de mesa para concienciar al niño de la importancia de mantener una actitud física activa continuada.

Los resultados del trabajo confirman, además, que los niños más activos tienen mayor calidad de vida, mejoran su autoestima, tienen mejor rendimiento académico y menos limitaciones en su vida cotidiana. Igualmente, muestra que las niñas obtuvieron mejores resultados que los niños.

"Este estudio, el único trabajo europeo de estas características, demuestra que es posible hacer esfuerzos para reducir la tasa de obesidad de manera lúdica, en un ambiente globalizador, y a un precio razonable", concluye el responsable del programa.

Dos niños se divierten correteando en la terraza de su casa.
Dos niños se divierten correteando en la terraza de su casa.JOAN SÁNCHEZ

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