Un ecuatoriano muere apuñalado cuando salía de un bar de copas

Dos puñaladas en el corazón y en la espalda segaron ayer la vida de un ecuatoriano en Madrid. Se llamaba Henry Javier Palacios Flores, tenía 31 años y llevaba cinco en España. La agresión ocurrió en el barrio de Moratalaz, a la salida de un bar en el camino de Vinateros, sobre las seis y media de la mañana. Hora y media más tarde murió en el hospital Gregorio Marañón, donde llegó en estado crítico. Es la muerte violenta número 30 del año en la región. Otros dos hombres fueron acuchillados en otras reyertas. Ambos están muy graves.

Henry Javier Palacios murió después de un enfrentamiento con un grupo de cuatro hombres latinoamericanos, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Palacios iba acompañado de dos mujeres cuando empezó la pelea. Ocurrió sobre el número 30 del camino de Vinateros, en Moratalaz. El hombre recibió dos puñaladas. Una en la espalda y la otra en la axila. Esta última llegó hasta el corazón.

Cinco dotaciones del Samur-Protección Civil acudieron a socorrer al herido, que estaba en parada cardiorrespiratoria, según una portavoz de Emergencias Madrid. Los enfermeros trataron de reanimarle con un masaje cardiaco y le trasladaron al hospital Gregorio Marañón. Llegó en estado crítico. Alrededor de las ocho de la mañana falleció en el centro sanitario. Sus heridas eran demasiado graves. El Grupo VI de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial investiga el hecho. Hasta ayer por la noche, los agentes no habían detenido al autor del apuñalamiento.

Palacios vivía en el barrio de Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal). Junto al portal de su casa estaban ayer una decena de amigos. También su mujer. "No sabemos nada. La policía no nos ha dicho cómo ha ocurrido. No nos lo explicamos", decía ella. "Llevamos mucho tiempo en España. No teníamos problemas con nadie", aseguraba.

Dos amigos de Henry Javier, antiguos compañeros de trabajo, contaban que su colega llevaba cinco años en España. "Vino de Guayaquil [Ecuador]", dijo uno de ellos. Tanto él como su compañero eran españoles. Los dos recordaban: "Jamás tuvo un problema con nadie. Era una persona muy integrada en Madrid. Era un tío muy querido. Un trozo de pan". Henry Javier vivía legalmente en España y no tenía antecedentes, según la policía.

En el barrio continuaba ayer la vida. Igual que ocurre en Nueva York con Little Italy, Pueblo Nuevo es un pequeño Ecuador dentro de la gran ciudad. Suena y huele a Quito, Guayaquil, Riobamba o Esmeraldas. A pesar de que ayer era domingo los negocios de envío de dinero, los locutorios y los bares exclusivamente ecuatorianos estaban al completo a mediodía. Precisamente en uno de esos establecimientos, donde servían comidas latinas, el camarero contaba que conocía a Henry Javier de vista. "Vive allí [decía señalando hacia la puerta] pero no sé más de él", comentó.

Por otro lado, Rustam Gadayev, de nacionalidad rusa, fue detenido ayer acusado de apuñalar la noche del sábado al domingo a Yaya Diakita, ciudadano de Costa de Marfil de 30 años. Según un portavoz policial, el detenido podría tener perturbadas sus facultades mentales. El suceso ocurrió junto a un locutorio, en Villaverde, poco antes de la medianoche. Le acuchillaron en el tórax, el abdomen y el hombro izquierdo. Minutos más tarde, Germán Ávila, ecuatoriano de 39 años y dueño de un locutorio, quedó gravemente herido por dos heridas incisivo-punzantes en el tórax anterior y lateral. El hombre fue trasladado al hospital Gregorio Marañón con pronóstico reservado. Un hombre de nacionalidad marroquí, Abderrahim el Asri, fue detenido y llevado a la comisaría de Puente de Vallecas por este hecho.