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LAS SIETE JOYAS DEL MUNDO

Ni la Alhambra ni la Torre Eiffel

Una decepcionante gala proclama en Lisboa las nuevas siete maravillas del mundo, entre las que no fue elegido el palacio nazarí y sí fueron votadas, entre otras, el Taj Mahal y el Cristo Redentor de Río de Janeiro

Carmen Pérez-Lanzac

La cosa tenía aspiraciones de superceremonia, de inauguración de unos Juegos Olímpicos, pero se quedó en un intermedio decepcionante y no logró llenar el estadio Da Luz de Lisboa, cuyas entradas costaban entre 55 y 165 euros. La gala de elección de las siete nuevas maravillas del mundo, la traca final a la idea de Bernard Weber -un pudiente y culo inquieto dandi suizo- no estuvo a la altura del éxito de su convocatoria que, tras siete años de andadura, ha conseguido sumar millones de votos en "la primera votación global de la historia", como subraya Weber con la boca llena cada vez que le preguntan. La última cifra de votos recibidos, 100 millones, es tan redonda que resulta sospechosa. Es probable que a Weber le haya traicionado su amor por la numerología, aunque la organización asegura que el resultado ha sido auditado.

Y se veía venir: La Alhambra de Granada se ha quedado fuera de los siete magníficos. Nunca estuvo entre los favoritos. Ni las cadenas humanas, ni el voto del Rey, ni el de Zapatero, ni los correos electrónicos o los mensajes de última hora -"La Alhambra necesita tu ayuda, vota ahora, pásalo"-, ni el apoyo de motoristas, presentadores, bomberos, inmobiliarias, zapaterías ni el de Rosa de España ni el optimismo de la delegación andaluza ni el entusiasmo de miles de ciudadanos han conseguido sumar votos suficientes.

El éxito, el fervor mundial, ha recaído, y por este orden, en la Gran Muralla china, la antigua ciudad de Petra (Jordania), el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), Machu Picchu (Perú), las Pirámides de Chichen Itza (México), el Coliseo de Roma (Italia) y el Taj Mahal (India). El español Federico Mayor Zaragoza, ex presidente de la UNESCO, y el astronauta Neil Armstrong fueron dos de los encargados de leer el nombre de los ganadores. El galardón que se dio a los representantes de cada monumento tenía la forma de un ordenador portátil.

Y hay una octava maravilla, la honorífica, que son las pirámides de Giza (Egipto), las únicas de las siete maravillas del mundo antiguo que sigue en pie. El resto, los jardines colgantes de Babilonia (Irak), el templo de Artemisa en Éfeso (Turquía), la estatua de Zeus de Olimpia (Grecia) el mausoleo de Halicarnaso (Turquía) el faro de Alejandría (Egipto) y el Coloso de Rodas (Grecia), han desaparecido durante los 2.200 años que separan ambas listas.

Fuera se han quedado, los templos de Angkor (Camboya), la Acrópolis (Grecia) la torre Eiffel (Francia), las estatuas de la Isla de Pascua (Chile), el templo de Kiyomizu (Japón), el Kremlin y la catedral de San Basilio (Rusia), el castillo de Neuschwanstein (Alemania), la estatua de la Libertad (EE UU) la Ópera de Sidney (Australia) y Tombuctú (Malí). La gala, que ha costado 12 millones de euros, arrancó a la 20.30 hora portuguesa, con muchas gradas vacías, gritos de admiración para el futbolista Cristiano Ronaldo y un sonoro abucheo a José Sócrates, el primer ministro portugués.

La primera hora consistió en alabar las bellezas de Portugal y la gente aplaudió a rabiar. A las 21.30 horas se entró en materia y la calidad aumentó bastante. Y es que el casting ya prometía. Primero salió Ben Kingsley y volvió a decir aquello de "¡Bienvenidos a la primera votación global de la historia!". Después, José Carreras y Dulce Pontes cantaron el himno de la gala. El momento más surrealista fue cuando apareció un ordenador portátil gigantesco en el escenario para recordar la importancia de Internet en todo este invento. El más raro fue cuando el bailaor Joaquín Cortés no bailó nada de nada. Cortés y los suyos sólo cantaron. Jennifer López, la guinda final a este cóctel molotov, a este espectáculo de masas, cantó, bailó, hizo un mix de sus grandes éxitos, dio una lección de savoir faire y triunfó cosa fina. ¿Qué estaría pensando de todo esto?

El mausoleo del Taj Mahal, en India.
El mausoleo del Taj Mahal, en India.

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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