Brown recibe sus primeras críticas por descuidar a los afectados por las riadas

Inglaterra ha vivido el mes de junio más húmedo desde que hay datos, y la región de South Yorkshire, en el noreste de Inglaterra, ha sufrido las peores inundaciones que ha conocido el país en medio siglo. Muchas viviendas llevan casi dos semanas inundadas y las aseguradoras elevan los daños a 1.500 millones de libras (2.000 millones de euros). Pero con al menos una de cada casa sin asegurar, los daños podrían acercarse a los 3.000 millones de euros. Los vecinos se quejan de que ni el Gobierno ni los medios londinenses se han dado cuenta de la magnitud del problema.

Sobre el conjunto de Inglaterra han caído 140,2 milímetros de agua, casi el doble de la media de 72,6 del conjunto del Reino Unido en el mes de junio. Sólo en la ciudad de Hull, en Doncaster (South Yorlshire), han sido evacuadas 16.000 casas, de las que 10.000 siguen inundadas. Se estima que tardarán entre seis y 18 meses en ser habitables de nuevo.

Las aseguradoras han recibido en total 28.000 reclamaciones de particulares por una cantidad media de 41.000 euros cada una y 6.800 reclamaciones de comercios por 136.000 euros cada una.

Pero se estima que en el Reino Unido una de cada cuatro viviendas no está asegurada. Siendo la región afectada relativamente pobre en comparación con la media, es posible que la proporción de viviendas no aseguradas sea superior.

Los pobres siempre sufren más cuando hay una inundación, recordó ayer la ONG Oxfam. "Una manera significativa en que los pobres se ven más afectados es que es menos probable que tengan la vivienda asegurada y es menos probable que tengan el dinero necesario para adquirir los bienes dañados", declaró Kate Wareing, de Oxfam.

"Nos enfrentamos a un desastre y si esto hubiera ocurrido en otro sitio se habría declarado catástrofe nacional, pero Hull es una ciudad olvidada. Necesitamos ayuda del Gobierno y la necesitamos ahora", denunció el líder del consistorio, Carl Minns. La gente afectada por las inundaciones siente que en Londres no saben lo que pasa. Mientras ellos se inundaban y siete personas perecían por las crecidas, tanto el Gobierno como los medios londinenses -que acaparan la televisión y la prensa nacional- se han centrado en el relevo de Tony Blair por Gordon Brown como primer ministro y en los intentos de atentado en el centro de Londres y en el aeropuerto de Glasgow la semana pasada.

Brown tuvo que salir ayer al paso de estas críticas. Recordó que varios ministros han visitado la zona estos días y que él lo hará este fin de semana. Y, sobre todo, se comprometió a hacer llegar no sólo ayuda inmediata sino ayuda para la reconstrucción de la zona. "Sabemos que hay que hacer mucho más, la limpieza, ayudar a la gente angustiada y luego volver a poner en marcha las escuelas y, por supuesto, llevar a cabo las reparaciones", declaró a la BBC. "Tenemos un programa general. Estamos poniendo más dinero para ayudar a las áreas más afectadas", añadió.