"Ahora nos interesa más la calidad de la oferta cultural que la cantidad"

"En las últimas décadas hemos estado centrados en suplir las carencias, crear infraestructuras y promover la actividad cultural. Ahora está claro que los nuevos centros están llenos y que la oferta es tan amplia que no te la acabas. El énfasis hay que ponerlo en buscar la excelencia. Nos interesa más potenciar la calidad que la cantidad". Jordi Martí (Barcelona, 1965) ha tenido tiempo para pensar su discurso. Tras las elecciones fue nombrado delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, pero no es nuevo en la plaza. Antes era gerente del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), cargo que ya había ejercido entre 1999 y 2003.

De hecho, pocas novedades hay en su planteamiento, ya que él mismo dirigió el Plan Estratégico de Cultura presentado el pasado diciembre. Éste ya ponía el acento en la producción y en la formación, los dos ejes sobre los que piensa hacer girar su gestión. Así, durante este mandato tiene previsto poner en marcha la red de centros de producción -unas 10 fábricas o locales de la ciudad al servicio de creadores de diversas disciplinas artísticas- y también crear escuelas, centradas en gran parte en la formación musical, para suplir el que considera uno de los grandes déficit de la ciudad. "Tenemos previsto que cada distrito disponga de entre 2.000 y 3.000 metros cuadrados destinados a la formación", explica. "Puede ser en un mismo local o repartido en varios espacios. La mitad de este espacio y de los esfuerzos se destinará a la música, que es donde hay más necesidad, pero también habrá formación en danza, teatro, arte... Si ya hay escuelas privadas que funcionan podemos concertar servicios, pero se trata de que los precios sean asequibles para que tanto los niños como los adultos con inquietudes puedan tener una formación artística de calidad".

La excelencia, insiste, será su caballo de batalla. "Tenemos que poner el énfasis aquí en todos los ámbitos. Necesitamos que los músicos de la OCB sean cada vez más buenos, por ejemplo, porque esto irá en beneficio de todos, también de los estudiantes. Es mejor hacer menos cosas, pero mejores". ¿Hay exceso de oferta? "Esto no puedo decirlo. Pero insisto en que lo que cuenta ahora es la calidad, calidad y calidad".

Ya pueden ir asimilando el mensaje los creadores y programadores de la ciudad porque esta exigencia les afectará en algo. De momento, Martí insiste en que va a ampliar la participación de los distintos sectores culturales en las decisiones que afecten a la ciudad. "El Consejo de Cultura de la ciudad será ejecutivo y me gustaría que tuviera voz y voto en la ortorgación de subvenciones, pero aún no sé cómo. Lo estamos estructurando ahora. Llegará tan lejos como el Consejo de las Artes que elabora el Parlament, o más", afirma. Tal vez sea el año próximo, reconoce, porque este ejercicio (en el que el ICUB gestiona 115 millones de euros), el programa está ya cerrado.

Afirma que "intentarán" mejorar los horarios de las bibliotecas y ampliar los servicios incluyendo, por ejemplo, talleres de escritura. Como proyectos estrella se mantienen los que ya había: el Centro Cultural del Born, que podría inaugurarse a finales de 2009; el Centro del Diseño, que curiosamente dice que podría acabarse en este mandato municipal, aunque las obras están por empezar, y su sueño, un Museo de las Ciencias Naturales en el Edificio Fórum. "Éste es un equipamento nacional y necesitamos llegar a acuerdos con la Generalitat", indica. "Pero las relaciones son excelentes". Estupendo.