Blackstone se aloja en Hilton

Blackstone vuelve a lucir músculo financiero. Y lo hace en el sector que más le gusta al capital riesgo: la hostelería, con la sonada compra del grupo Hilton por 26.000 millones de dólares (19.260 millones de euros), lo que supone una prima del 40% respecto del cierre del martes para convencer a los accionistas. De esa cantidad, 7.500 millones corresponden a la deuda acumulada por el grupo. Hilton es una de las empresas que mejor representan el poderío empresarial de Estados Unidos por el mundo. Y a los fondos de capital riesgo les atrae especialmente el valor de sus inmuebles, entre los que destacan el edificio del Waldorf Astoria, en Nueva York, o del hotel Cavalieri, en Roma.

El grupo Hilton, creado en 1919, es uno de los símbolos del poderío empresarial de EE UU

La operación, que se realizará mediante un pago en efectivo, es una de las mayores realizadas por un fondo de capital riesgo. Estos fondos operan tomando el control de empresas cotizadas con síntomas de mala gestión y baja rentabilidad, y muy endeudadas. Las sacan de Bolsa y las reestructuran para venderlas después con beneficios.

El grupo Hilton -fundado en Cisco (Tejas) en 1919 por Conrad Hilton, bisabuelo de la archifamosa Paris Hilton- lleva medio siglo cotizando en el parqué neoyorquino y gestiona más de 3.700 hoteles en todo el mundo bajo diferentes franquicias, con unas 600.000 habitaciones en 76 países. Blackstone, por su parte, es propietaria de la cadena La Quinta Inns and Suites, Boca Raton Resort and Club o Boulders Resort and Spa, con más de 100.000 habitaciones en Europa y Estados Unidos.

La compra de Hilton convierte al poderoso fondo, que la semana pasada debutó en Wall Street, en todo un referente en la industria turística. La marca Hilton, uno de los grandes nombres del negocio hotelero, será la nueva joya de la corona del universo Blackstone. El fondo lleva invertidos más 15.000 millones en esta industria.

El grupo Hilton anunció hace un año un plan para expandir su negocio en la escena internacional utilizando el nombre del Waldorf. Con ese propósito se lanzó a la compra de Promus Hotel y decidió también reunificar las operaciones domésticas e internacionales de la marca. Para dotarse de efectivo, se desprendió de varias propiedades inmobiliarias por valor de 3.200 millones. Stephen Bollenbach, copresidente y consejero delegado de la cadena, cree que el grupo hotelero tiene margen para crecer dentro y fuera de Estados Unidos.

Hilton tiene su sede corporativa en Beverly Hills (California). Como otros grupos hoteleros, su estrategia se ha centrado en gestionar hoteles en lugar de tenerlos en propiedad. La venta a Blackstone confirma esta tendencia, como dijo Bollenbach, que seguirá como copresidente hasta 2010. Su sucesor será Matthew Hart, actual jefe de operaciones del grupo hotelero. La idea de Blackstone es seguir invirtiendo en el grupo e integrar en él sus filiales y las propiedades hoteleras que ya gestiona.

La operación tiene una clave adicional: se produce cuando en Wall Street empieza a cuajar la idea de que la actividad de los fondos de capital riesgo ha tocado techo. Las condiciones para hacerse con los recursos necesarios para alimentar sus compras son cada vez más duras. Por eso el fondo ha decidido salir a Bolsa, para buscar nuevas vías de recaudación que le permitan saciar su sed de compras.