Constelación de lectores en los muros del Ateneu

Un cielo blanco y azul lleno de presencias emparentadas, pero cuidadosamente distintas, dará la bienvenida a la renovada biblioteca del Ateneu Barcelonès, cuya inauguración oficial está prevista para el 13 de julio. El artista Frederic Amat, recién galardonado con el Nacional de Cultura, ha creado una pintura mural de 25 metros cuadrados para la fachada interior de la entidad. Una constelación repleta de referencias y habitada poéticamente por los lectores, invocados en una reiteración de figuras de inspiración caligráfica que recrea el orden de los volúmenes en los estantes de una librería. En el centro, vigilante, ha conservado la placa original que rotulaba la entrada a la biblioteca, cuyas formas sinuosas inspiraron su trabajo. La ha titulado Porta dels lectors.

Amat, que ha hecho donación de la obra al Ateneu, ha trabajado sobre un bastidor de lino en aras de una mayor libertad de materiales que la ofrecida por la piedra del edificio. El mural se colocó la semana pasada en su ubicación definitiva, en la pared exterior de la biblioteca, encaramándose también por el techo. El inicio de la obra, propiciada por una invitación del presidente de la institución, Oriol Bohigas, tiene mucho que ver con el amor del artista por el mundo de los libros. También con una doble admiración: por lo que ha representado y representa el Ateneu para Barcelona, y por Josep Maria Jujol, arquitecto de la biblioteca.

Pintor, escenógrafo, realizador cinematográfico y director de escena, Amat considera cada una de estas facetas dimensiones de un todo, y no entiende a quienes consideran que un artista debe limitarse a un único lenguaje. Él no para de pensar en nuevos horizontes, y en su cartera de proyectos figura la dirección de una película con guión de Guillermo Cabrera Infante titulada Zona de sombra o el aullido. Y ya le da vueltas a un nuevo montaje escénico, del cual prefiere no avanzar detalles para mantener la sorpresa. También le ronda por la cabeza acercarse un poco más al Ateneu, de cuya actividad empezó a tener noticia detallada en los tiempos en que frecuentaba a su amigo el poeta J. V. Foix. "Aún no soy socio, pero lo seré algún día".