El PNV y EA abordan hoy los últimos flecos para gobernar juntos en Guipúzcoa

La suerte parece echada en Guipúzcoa, a la espera de la asamblea regional que hoy celebra EA y de la reunión que mantendrán ese partido y el PNV con el tercer socio del tripartito, EB, con el añadido de Aralar. Las posibilidades de incorporar a esa última formación al acuerdo de Gobierno para la Diputación son prácticamente nulas, por las notables diferencias programáticas con ella. El propio portavoz de EB, Antton Karrera admitió ayer que "hay poco que hablar".

Por el contrario, el secretario general de EA, Unai Ziarreta, puso incluso números al grado de acuerdo entre los dos partidos nacionalistas y lo cifró en un 90%. Esto a falta de cerrar, entre hoy y el viernes, fecha fijada para la elección del diputado general, los últimos flecos pendientes del pacto de gobierno.

Ziarreta avaló también, en una entrevista en la Cadena SER, la impresión de que la incorporación de EB-Aralar está prácticamente descartada, aunque cree posible el establecimiento de una "relación preferente" con ambos grupos.

Con todo ese camino andado, el máximo responsable de EA en Guipúzcoa y cabeza visible de quienes se opusieron a romper la coalición nacionalista, Iñaki Galdos, pedirá hoy a la asamblea regional que respalde la coalición con el PNV, en detrimento del acuerdo con el PSE que se planteó al principio. Galdos resaltó, en una entrevista en El Diario Vasco, que en su partido "se ha roto un tabú", al haberse planteado "con absoluta seriedad" la posibilidad de gobernar con el PSE, y justificó su opción final por el PNV porque no se entendería que haya defendido ardientemente el mantenimiento de la coalición con él -una batalla que perdió dentro de EA- y condenara ahora a la oposición a ese partido.

Galdos confirmó también que su formación tendrá dentro del gobierno foral la cartera de Hacienda, como garantía de honestidad y transparencia después de los escándalos conocidos.

Sospecha y corrupción

En esos casos ancló ayer el PSE-EE, por boca de candidato a diputado general y vencedor de las elecciones, Miguel Buen, sus últimas, y ya poco convencidas, invocaciones a EA. Buen preguntó al partido de Galdos si es "con este PNV", el de los casos de presunta corrupción que empiezan a aflorar, con el que quiere gobernar. A esa imagen contrapuso la del PSE, "que no es un partido bajo sospecha como el PNV", según señaló en un comunicado. "La ciudadanía guipuzcoana ha dicho no a la corrupción con sus votos y exige un cambio en la forma de gobernar", emplazó también.

Al PNV le afeó que no haya abierto siquiera un expediente informativo, "a pesar de que gente de su confianza están imputados supuestamente en malversación de caudales públicos, falsedad documental y blanqueo de capitales durante más de diez años".