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Juicio por el mayor atentado en España

La letrada de Iván Reis apela a su necesidad y falta de luces

Iván Reis Palicio es un joven "sin cultura, sin estudios, que apenas sabe escribir, que perdió a su padre a los siete años y vivía en una zona marginal de Avilés". La letrada María del Mar Ramos aseguró que no quería que el tribunal sintiera pena por su cliente, no, sino sólo explicar por qué, cuando estaba sin trabajo y sin un duro, y tras ser amenazado por Antonio Toro para que le abonara una deuda, aceptó bajar a Madrid, pagado por José Emilio Suárez Trashorras, una pesada mochila que entregó a Jamal Ahmidan, El Chino. La fiscalía sostiene que la carga era de Goma 2, pero la abogada sostiene que, a día de hoy, nadie sabe qué contenía.

Reis Palicio sabe que hizo mal. Y aunque ha rehecho su vida en Canarias, ha sido el único acusado que ha declarado, con palabras confusas y atropelladas, que si tiene que pagar por su delito, lo hará resignado. "Él sintió un dolor inmenso por este grave atentado y, de repente, se vio involucrado. Si Iván hubiera sabido algo de la trama asturiana, lo habría contado", aseveró la letrada.

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El joven pensó que lo que llevó a Madrid era hachís en mal estado. Como solía comprar esa droga a Trashorras, no sospechó. El viaje lo hizo el 9 de enero de 2004, lo que supondría que ninguno de los cartuchos hallados en el piso de Leganés los habría trasladado él, ya que, por la numeración, esa Goma 2 llegó a mina Conchita 12 días después.

La mayoría de las acusaciones han retirado los cargos contra él al creerse su versión. La fiscalía, no.

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