El Artium se ilumina con los vidrios marinos de Anabel Quincoces
La obra ha sido donada por Vidrala como pago de impuestos
El Artium presentó ayer su última adquisición, el conjunto escultórico Water flames (flowing), de Anabel Quincoces (Vitoria, 1968), que se ha instalado en ocho de los 16 lucernarios que iluminan la antesala del museo, sita bajo el nivel del suelo. Así, el lugar se ve inmerso en un ambiente sugerente, más submarino que subterráneo, voluntad de la propia artista, quien trabaja con la técnica de vidrio soplado.
Las 249 piezas que integran Water flames (flowing) llegan a la colección permanente del museo vitoriano después de que la Diputación de Álava las haya recibido como dación de la empresa de vidrio Vidrala para pagar impuestos.
La vida principal en el Artium se realiza bajo el nivel del suelo. La entrada noble del museo se encuentra a siete metros de profundidad y Anabel Quincoces ha querido recuperar para ese lugar las sensaciones de quien se sumerje en las aguas del océano. Quincoces había recibido el encargo de diseñar una obra para ese espacio de la antesala que se encuentra el visitante después de bajar dos pisos de escaleras. Como ella misma indica, "el espacio a intervenir y la iluminación del mismo mediante claraboyas me evocó el elemento líquido, el océano, el mar. Pensé en dirigir mi mirada hacia esos haces de luz y crear una nueva sensación de envolvimiento".
La solución se orientó hacia una instalación que indujese esa nueva sensibilidad en el visitante. "Había que generar un mar de elementos de vidrio", recuerda.
Soplado
La artista vitoriana se ha especializado en la técnica del soplado de vidrio y para llevar a cabo su obra se empleó a fondo en la creación de cada una de las 249 piezas que integran el conjunto, moldeándolas lentamente a mano, a temperaturas superiores a los 1.000 grados, y buscando una tonalidad distinta en cada caso, siempre dentro de las gamas del azul y el verde.
El proceso de creación ha quedado recogido en un vídeo y una serie de fotografías que se exhibirán durante este verano en la misma antesala.
Quincoces ha centrado su trabajo en el campo del vidrio soplado, indagando en una técnica casi desaparecida, vinculada con la alquimia, con la transformación de un material hosco en un objeto poético.
La autora suma a ese trabajo artesano su interpretación posterior del proceso en vídeos y fotografías que reivindican las posibilidades sensoriales que tiene.
La propia creadora destacó ayer el contraste de lograr esa recreación del fondo de un mar, del agua, con los más de mil grados de temperatura a los que se puso el vidrio para ir moldeándolo en un horno de Francia.
Tras Javier Pérez y Bill Viola
Water flames (flowing) se convirtió ayer en la tercera obra que entra en la colección del Artium bajo la fórmula de la dación. Esta vez ha sido el grupo Vidrala, de Llodio, el que ha usado este sistema de pago de impuestos con creaciones artísticas. Telefónica, con la obra de Bill Viola Hall of whispers, y Guardian, con la instalación de Javier Pérez Un pedazo de cielo cristalizado, ejercieron antes esta posibilidad para saldar sus cuentas fiscales con la Diputación.
En los tres casos se trata de obras de considerable entidad y que han recibido un trato preferente de la pinacoteca. El conjunto de vidrio de Anabel Quincoces se ha instalado en la antesala, mientras que Un pedazo de cielo cristalizado, formado por 15.000 piezas de vidrio, cuelga sobre la entrada principal.
La obra de Bill Viola, integrada por una docena de pantallas sincronizadas en la que se suceden otros tantos rostros amordazados que tratan de expresarse, participó en la exposición Laooconte devorado del artium y ahora se puede ver en la titulada Amar, pensar, resistir.
Durante la presentación de la obra de Quincoces, el presidente de Vidrala, Carlos Delclaux, reconoció ayer el "orgullo" que supone para su empresa haber patrocinado esta obra de una artista "tan personal y propia" como la escultora vitoriana. Vidrala es el primer grupo vidriero español independiente, con una capacidad de producción anual de casi un millón de toneladas de envases de cristal.
El director del Artium, Javier González de Durana, destacó el carácter "singular" de Water flames (flowing) porque "enriquece" la propia arquitectura del museo, creando un ambiente particular de formas y luces. José Luis Catón, arquitecto autor del proyecto del edificio, también mostró su satisfacción con el resultado que ofrece la instalación de Anabel Quincoces.
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