Uno de cada cuatro jóvenes reconoce que bebe de forma compulsiva los fines de semana
Una cuarta parte de los jóvenes vascos entre los 12 y los 19 años de edad admite que durante los fines de semana consume bebidas alcohólicas de forma compulsiva. Este dato confirma plenamente que el alcohol se ha convertido en la droga más difícil de combatir y prevenir, debido al fácil acceso que tienen los jóvenes a ella y, por otra parte, a la falsa idea de que no es tan dañina como otro tipo de sustancias.
Un estudio del Gobierno revela que la edad de inicio al consumo de drogas se mantiene estable en la última década
El porcentaje de jóvenes que ha tomado cocaína alguna vez ha crecido más de cuatro puntos entre 1996 y 2006
Casi la mitad de los escolares vascos de entre 12 y 19 años ha probado el 'cannabis' de manera experimental
La conclusión figura en el estudio Drogas y Escuela 2006, encargado y financiado por la Dirección de Drogodependencias del Gobierno vasco para conocer la realidad del consumo de drogas entre los escolares actualmente y compararla con la del año 1996, fecha del anterior informe de las mismas características. Destaca el trabajo, de manera especial, el aumento de los bebedores de riesgo durante el fin de semana y, a mucha más distancia, el consumo de cocaína, que sigue siendo muy minoritario.
El estudio, que ha sido elaborado a finales del año pasado con los datos procedentes de las encuestas realizadas a 4.519 escolares de 111 centros educativos de la comunidad autónoma, arroja como primera conclusión que la edad de inicio en el consumo de drogas (probar por primera vez) se ha mantenido estable en la última década. Este hecho desmitifica, según el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, la idea de que los jóvenes cada vez comienzan antes a consumir drogas. En el caso del tabaco, la edad es de 13,36 años (frente a los 13,26 de 1996) y de 13,37 para el alcohol (13,24 hace diez años). Para el cannabis, la sustancia más extendida entre las drogas ilegales, la edad de inicio incluso se ha retrasado ligeramente: ahora es a los 14,27 años por los 14,76 de 1996. Para las anfetaminas, pastillas alucinógenas, cocaína y éxtasis, la edad se sitúa en los 15 años.
Fácil adquisición
Las drogas legales (tabaco y alcohol), son las más consumidas por los escolares. Según el consejero, la temprana edad de inicio a su consumo por parte de los jóvenes, a los 13 años, se debe en la facilidad que tienen para acceder a estas sustancias. El 64% de los encuestados considera que es muy fácil adquirir tabaco, seguido de la cerveza (61%), vino (59,6%) y licor (48,1%). En cuanto a las drogas ilegales, los porcentajes bajan, pero aun así uno de cada cuatro asegura que le resulta muy fácil comprar cannabis. El resto de las drogas cae por debajo del 10%.
Aunque el consumo de drogas se ha mantenido estable en la última década, el caso del alcohol se sale de la normalidad, fundamentalmente cuando se trata del fin de semana. En ese caso las cifras se disparan y alcanzan unos niveles "muy preocupantes", apunta Madrazo. Un 20% de los jóvenes admite que bebe entre semana y un 66,6% que lo hace el fin de semana. Cuando se profundiza más en estos datos es cuando aparece la realidad más preocupante. Uno de cada cuatro se autodefine como bebedor de riesgo durante el fin de semana, seis puntos más que en 1996. En consonancia con esta subida, el porcentaje de quienes se declaran abstemios o casi abstemios durante los viernes, sábados y domingos cae ostensiblemente: un 23%, frente al 33% de 1996.
Por tramos de edad, el problema se concentra de manera específica en el colectivo de 19 años (hasta un 40,9% se cataloga como bebedor de riesgo) y en el de 16 a 18 años (un 27%). El consejero hizo un llamamiento a todas las instituciones y a las familias para embarcarse en la lucha contra el consumo de alcohol por parte los jóvenes y adujo para ello "la difícil tarea" que supone enfrentarse a "los poderes fácticos y económicos" que hacen un gran negocio con esta droga y que sólo fomenta aspectos como la "superficialidad y banalidad" entre los más jóvenes. "Hay que evitar, por ejemplo, que el alcohol sea un referente para la publicidad entre las grandes empresas".
En cuanto al tabaco, el consumo reciente (del último mes) se sitúa en el 28% de media, nueve puntos menos que hace diez años. El consumo empieza a despuntar entre el colectivo de 14 y 15 años (un 23% dice que fuma) y pasa al 35% entre los 16 y 18 años. A partir de 19, se dispara hasta un 52%.
Atención al 'cannabis'
Con relación a la evolución de las drogas ilegales, la atención se concentra en el cannabis, cuyo consumo crece de manera ininterrumpida y se constituye en la sustancia más popular entre los escolares. Hasta un 44% declara que ha consumido en alguna ocasión a lo largo de su vida. Pero el porcentaje más inquietante es el del 35% que asegura haber consumido el último año y el del 26% que dice haberlo hecho en el último mes.
La convicción extendida de que se trata de una droga que no entraña riesgos y la facilidad con la que se puede adquirir la hacen doblemente peligrosa, según la directora de Drogodependencias, Belén Bilbao. "Esta droga incide de manera negativa en el desarrollo físico y psíquico de los jóvenes, así como en las relaciones familiares y sociales", apuntó.
El consumo de cocaína también ha experimentado un repunte (del 5% al 9,3%) entre los que aseguran haberla probado alguna vez, aunque el porcentaje baja hasta el 3,5% en el último mes cuando se les inquiere por un consumo más o menos habitual. "Se trata de una droga minoritaria, que los jóvenes ven más propia de los adultos", recalcó Madrazo.
Peligro de estigmatización
A pesar de la preocupación que suscita cualquier dato relacionado con el consumo de drogas entre los jóvenes, el consejero Javier Madrazo hizo hincapié en que no hay que "dramatizar" la situación. Se trata de no "estigmatizar" a los jóvenes y ofrecer de ellos una idea general de que sucumben ante los estupefacientes debido a su debilidad de carácter. Para evitar esta estigmatización, resaltó el hecho de que la edad en la que los jóvenes se inician en el consumo de las drogas legales e ilegales no ha cambiado apenas en los últimos diez años.
"La mayoría de la juventud no prueba las drogas. No fuma y, salvo algunos fines semana, ni siquiera toman alcohol", destacó Madrazo. Para evitar los consumos entre los menores y los problemas asociados a ellos insistió en la necesidad de desarrollar una serie de políticas preventivas. "Se trata de fomentar la educación para la salud y los valores. Además, hay que controlar la oferta". En este punto, la directora de Drogodependencias, Belén Bilbao, recordó que la competencia sobre el control y las sanciones por vender alcohol a menores recae en los ayuntamientos y que el empeño del Gobierno pasa por unir a los hosteleros en esta cruzada.
Bilbao destacó que el consumo de alcohol puede resultar mucho más dañino a un joven que a un adulto debido a que el cerebro de aquel aún se halla en formación. "Las conexiones cerebrales se están haciendo, mientras que el cerebro de un adulto ya está formado. El daño puede ser irreversible", advirtió.
El consejero pidió la colaboración de las familias para intensificar la labor preventiva. "Los padres no pueden lavarse las manos ante esta problemática y dejar todo en manos de la Administración". Madrazo indicó en que la familia resulta un lugar básico para atajar el consumo de drogas, especialmente cuando se trata de alcohol y tabaco. "Los padres son los que más rápido pueden advertir que hay problemas con sus hijos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.