Alí el Químico, condenado a muerte en Irak por genocidio
El primo de Sadam será ahorcado junto a otros dos ex dirigentes
Alí Hasan al Majid, conocido como Alí el Químico, primo y colaborador muy cercano de Sadam Husein, fue condenado ayer a morir en la horca, junto a otros dos dignatarios del antiguo régimen iraquí, por la campaña Anfal de genocidio contra los kurdos en 1988, durante la que murieron 182.000 personas. Un tribunal iraquí les ha condenado por genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
"Doy gracias a Alá", afirmó, tras escuchar el veredicto, Alí Hasan al Majid, uno de los dirigentes más sanguinarios del régimen del dictador iraquí Sadam Husein, que fue ejecutado el pasado diciembre en un proceso muy similar al de Alí el Químico.
El antiguo director adjunto de operaciones militares, Husein Rachid al Tikriti, y el antiguo ministro de Defensa, Sultán Hachim al Tai, fueron también condenados a muerte. Otros tres antiguos gerifaltes baazistas han sido condenados a cadena perpetua. "Éste es el día del juicio para los agresores del pueblo kurdo", dijo Namiq Horamy, mientras ofrecía dulces a sus compañeros del Ministerio de los Mártires Kurdos.
Todas las condenas a muerte en Irak son apeladas automáticamente y, si son rechazadas -algo que ocurrirá con toda probabilidad- se ejecutan en un plazo de 30 días.
Majid, cuyo nombre era un símbolo del horror, dirigió la campaña Anfal contra los kurdos que pueblan el norte de Irak con bombardeos con armas químicas contra civiles -de ahí su siniestro apodo-, entre otros en el pueblo de Halabja. Durante los siete meses en los que se prolongó la campaña de asesinatos, las cosechas fueron arrasadas, miles de personas fueron trasladadas al sur del país para ser ejecutadas y otras para ser reasentadas. Al Anfal quiere decir botín de guerra y eso es lo que pretendían los dirigentes del régimen de Sadam: expulsar o asesinar a los kurdos que pueblan el norte de Irak para arabizar una zona muy próxima a los ricos yacimientos de petróleo de Mosul y Kirkuk. Human Rights Watch ya calificó esta campaña de genocidio en los noventa.
Los kurdos representan una fuerza muy poderosa en el Irak actual, tanto en el norte del país, donde han conseguido una región casi independiente de facto, como en el Gobierno central y en el Parlamento.
El Centro Internacional para la Justicia Transnacional, un instituto de estudios legales con sede en Nueva York, destacó que el veredicto representa un día histórico para los kurdos, aunque criticó el proceso por la falta de garantías y por las interferencias políticas. Human Rights Watch criticó el juicio que llevó a Sadam Husein al cadalso por los mismos motivos.
En Suleimaniya, la capital del Kurdistán iraquí, numerosos kurdos salieron a las calles para celebrar la noticia. "Hoy he vuelto a nacer al ver a Alí el Químico aterrorizado en su jaula escuchar su condena a muerte", explicó Fátima Rasul, de 45 años, que perdió a 20 miembros de su familia durante la campaña Anfal. Ari Hearson, un antiguo pershmerga (combatiente kurdo) que resultó herido durante un ataque químico, pidió que Alí el Químico no sea ejecutado, sino que "sea encerrado solo de por vida para que escriba sus memorias sobre cómo asesinó a mujeres y niños".
Mientras, la ofensiva contra Al Qaeda en Baquba en la que participan miles de soldados de EE UU e iraquíes prosiguió por sexto día en medio de enormes dificultades para los militares, que se han encontrado en medio de un bosque de trampas explosivas.
Oficiales estadounidenses señalaron que la primera fase de la operación está a punto de terminar y que ahora se disponen a enfrentarse a cientos de combatientes de Al Qaeda que podrían controlar al menos el 60% de la ciudad de Baquba, capital de la volátil provincia de Diyala a la que se han trasladado una parte de los insurgentes que han huido a causa de la operación de seguridad que comenzó hace tres meses. Fuentes de inteligencia creen que en Baquba ha podido ocurrir lo mismo y que los militares ya no se encuentran en la ciudad.
CONTRA LOS KURDOS
- Unos 182.000 kurdos fueron exterminados por Alí el Químico a lo largo de siete meses en 1988 durante la campaña Anfal (botín de guerra)
- Las tropas de Sadam realizaron bombardeos con armas químicas contra civiles
- Decenas de miles de personas fueron deportadas al sur de Irak
- El objetivo último era el control de los pozos de petróleo de Kirkuk
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